viernes, 10 de marzo de 2017

Aquellos maravillosos cuentos (2)



http://cultura.elpais.com/cultura/2016/08/14/actualidad/1471199524_525856.html



Cerdi metal

                Había una vez tres cerditos a los que les encantaba el rock y que se aprovechaban de todo el mundo. Ellos tocaban el bajo, la guitarra y la batería, pero les faltaba un cantante. Entonces empezaron a hacer entrevistas para encontrar un cantante, pero no encontraron a nadie.

Ellos querían voces potentes, pero solo encontraban voces débiles y desafinadas. Un día oyeron al lobo gritar con mucha fuerza y pensaron que su voz podía valer para el grupo. Acordaron:

            -Podemos decirle que tiene que derribar nuestras tres casas a soplidos, para ver si tiene fuerza.

            -¡Gran idea!

            -Y si vemos que no puede con alguna casa nos metemos dentro y vemos cómo se desespera para entrar para saber su nota.

            -Va a ser muy gracioso.

            El lobo derribó la casa de paja y la de madera, pero no pudo con la de ladrillo. Intentó entrar hasta por la chimenea, pero los cerdos le habían dejado un caldero hirviendo y se quemó.

            Al final el lobo se quedó sin entrar en el grupo y con el cuerpo quemado.

PELAYO PÉREZ CUETO, 1ºA



PINOCHO

Érase una vez un niño llamado Pedro. Pedro tenía 11 años y su sueño era ser profesor de instituto.  Le encantaba estudiar y hacer los ejercicios planteados en el aula.

Su familia era una familia corriente de clase media, ni pobres ni ricos. En unas de sus navidades Pedro pidió un viaje a Marruecos. Y su sueño se cumplió. Llego el día más esperado para Pedro de toda su vida, las navidades.

Pero no se dio cuenta de que esas navidades no volverían nunca. Lo que pasaría  seria un trágico  accidente automovilístico.

En su salida el padre no se daría cuenta de que tenían una rueda muy gastada. Cuando ya iban por la mitad del camino se daría el fatídico accidente. Sus padres saldrían bien pero el niño fallecería en aquel acto.

Los padres, llenos de desesperación, llamaron a un carpintero que les hiciera un muñeco de madera para compensar su gran dolor pero al final lo devolverían por el dolor que les causaba vera ese muñeco.

Ese muñeco se lo quedaría el carpintero pero ese mismo sedaría cuenta que se muñeco de nombre Pinocho sería lo más bonito que se habría encontrado hasta que se dio cuenta de que en realidad era un ladrón que se aprovechaba de los sentimientos que provocaba.

ÍKER MATÉ ARGÜELLES, 1ºB


LA MADRASTRA ROBAPAPELES


Había una vez una chica llamada Cenicienta, que vivía en una ciudad llamada New York, en una mansión, con su madrastra llamada Sol. Cenicienta es una chica muy perversa y que nunca deja de hacer cosas para fastidiar a las personas de su alrededor, y su madrastra Sol, sin embargo, es muy amable con toda la gente que conoce.
Un día Cenicienta recibió una invitación para el baile Real, donde un príncipe la esperaría para bailar con ella. Para el día siguiente, es decir, el día del baile Real, su madrastra que es tan buena con ella, ya había encargado un carruaje a uno de sus amigos para llevarla. Al llegar al baile, el príncipe las vio venir, rápidamente quedó boquiabierto y enamorado de ella; su vestido, su pelo y sus bonitos ojos… Se acercó para invitarla pero, para asombro de Cenicienta, no era con ella con quien quería bailar, ¡¡sino con su madrastra!!
Cenicienta se enfadó tanto con ella que jamás le volvió a dirigir la palabra. Se encerró en su casa y nunca más salió.
Jaime Muñiz Fernández 1ºD

LA PRINCESA TRAICIONERA
Había una vez un monstruo que vivía en una montaña al lado de un pueblo. En el pueblo le llaman La Bestia. En el pueblo había un pequeño castillo que vivía una princesa. A la Bestia le gustaba la princesa, pero le daba miedo bajar al pueblo porque están los militares y le podían matar. Como era un amor verdadero bajó al pueblo a escondidas y cuando llegó al castillo miró por la ventana y vio a la princesa besarse con un príncipe y la Bestia se enfadó y entró en el castillo, mató al príncipe y luego le pidió matrimonio y la princesa se fue a pensarlo. Cuando volvió la princesa le dijo a la Bestia que lo sentía. Luego, la Bestia miró para atrás y estaban los militares apuntando para él. La Bestia se movió y los militares dispararon y le mataron.        
   Nicolás Peña González.  1ºD


DULCES SUEÑOS

Había una vez una princesa muy sana que hacía deporte todos los días y solo bebía agua, solamente agua, ni fanta, ni cocacola, ni cerveza... Un día bebió accidentalmente un trago de café y le encantó. Le gustó tanto que solamente en un día se había bebido nada más y nada menos que treinta tazas. Como no, el café tiene cafeína. Llegó la noche, la cafeína estaba haciendo efecto y la princesa se alteró muchísimo. Empezó a correr por las paredes, a saltar de cama en cama, balancearse por las lámparas... El padre es decir el rey se empezó a asustar. Él y la reina fueron al hospital a por un médico, pero nadie quería atenderles ya que el rey tenía fama de ser un egoísta. Al final consiguieron a uno, pero cuando llegaron al castillo no estaba. Estaba en un bosque lejos de allí y dormida. Por el bosque caminaba un campesino, la llevó a su casa y la dejó en la cama.  La princesa no se despertaba, por suerte el campesino se había leído “La Bella Durmiente”. Le fue a dar un beso como en el cuento, el campesino no tenía mucho dinero, además era feo y olía muy mal. La princesa al olerlo se despertó de inmediato y se fue de aquella casa. Estaba muerta de hambre y en mitad del bosque había una casa de jengibre. Al verla salió corriendo para pegarle un mordisco, de pronto salió de ella una bruja que le dijo: ¡Este no es tu cuento! La princesa huyó. Volvió al castillo, se casó con un príncipe muy rico. Con el dinero del príncipe se creó su propia marca de café: Dulces Sueños. Un café que no lleva cafeína sino todo lo contrario, una sustancia que  te deja en un sueño profundo, de hay el nombre de la marca.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.      
                                                                                               
    Fernando Martín Alonso  1º D  


               El lobo empresario
Los tres cerditos llegaban a la ciudad por trabajo y decidieron alojarse en un famoso hotel de cuatro estrellas. Pero algo que nadie sabía era que los cerditos con apariencia adorable solo podían alimentarse base de humanos y café. Así que empezaron a matar gente y beber café a cantidades abominables e inimaginables. El lobo iba a quitarles la empresa pero cuando ve raros movimientos en ellos, así que decide espiarlos no ve nada de extraño en ellos hasta que los encuentra devorando a un señor de mediana edad. El lobo presa del pánico quedó inmóvil y cuando reaccionó los cerditos lo estaban acorralando más y más. El lobo se defendió y mató a los tres cerditos a uno de ellos lo tiró fuertemente al suelo y se murió por el golpe, segundo hizo un  mal movimiento y se rompió el cuello y el tercero murió por un desgarro en el pulmón por una costilla rota. El lobo cogió los papeles de la empresa y cuando se dirigía hacia las escaleras se tropezó con el bastón, se lo clavó en la garganta. El lobo murió desangrado.
                                                                      
Sandra García García, 1ºD       


  Los cerditos traviesos

Había una vez tres cerditos que eran muy traviesos. Un día llegó un lobo muy simpático y le preguntó a los cerditos:

-Hola cerditos, ¿queréis jugar conmigo?

-Vale, lobo.

-¿A qué jugamos?

En ese momento los cerditos se marcharon un poco lejos y planearon un plan. Cuando los tres cerditos volvieron con el lobo le dijeron:

-Lobo, pasa por nuestras casitas. Te daremos de comer, un masaje y un baño eterno.

A la hora de comer pasó por la casa del primer cerdito.

-Oye, cerdito ¿Por qué tu casa es de maíz?

-Porque quiero que te la comas, para engordar un poco.

Al cabo de un rato.

-Cerdito, ya me he comido tu casa y ya peso diez kilos más.

-Pues pasa por la casa de mí hermano. Ya verás.

Cuando el lobo llego a la casa del segundo cerdito.

-Cerdito, ¿tú que me vas a hacer?

-Te voy a dar un masaje.

El cerdito cogió agujas y clavos. Le empezó a clavar las agujas y clavos.

-¡Cerdito!¡¡Cerdito!!¡¡Me oyes cerdito!!

-Sí, pesado.

-Me haces mucho daño.

-Pues...Vete a la casa de mi hermano.

 El lobo fue con miedo a la casa del tercer cerdito.

-Al fin llegas lobo. Métete en la olla grande y pondré la sopa, ejem digo el agua. Luego las verduras digo los jabones y acabare con la carne de lobo digo de vaca.

En ese momento llegaron los otros dos cerditos y el lobo se dio cuenta que le querían comer pero se escapó encerrando los cerditos en la casa. 
                                                                                         
 Jaime Gutiérrez Aller, 1º D     


   La asesina de enanitos

 Había una vez una chica llamada Blancanieves. Ella vivía con siete enanitos pero se llevaban muy mal y no quería seguir viviendo con ellos.

Blancanieves era muy amiga de una bruja que vivía a unos pasos de su casa y fue a hablar con ella para que le diera algo con lo que matar a los enanitos. La bruja le dio unas manzanas envenenadas.

Blancanieves regresó a su casa y les dio las manzanas a cada enanito, los enanitos confiaban en ella y se comieron las manzanas envenenadas, cayeron al suelo muertos. En la casa había una ventana abierta y justamente pasaba un soldado que vio a través de ella la escena, rápidamente entró en la casa y arrestó a Blancanieves, el soldado la llevó ante el príncipe que estaba sentado en el trono y le explicó lo sucedido. El príncipe al escuchar eso ordenó que se encerrara a Blancanieves en los calabozos y que se pudriese allí sin agua ni comida.En la jaula entraban ratas y Blancanieves se alimentó de rata cruda las primeras semanas, pero se enfermó y murió.

 Ramón Alberto Muñiz Clavero, 1ºD 


LA BRUJA Y SUS DIEZ ENANITOS


Había una vez una princesa llamada Blancanieves, ella  creía que era la más hermosa del  reino, pero se equivocaba ,era de las más feas. Sus padres no encontraban pretendientes para ella y estaban desesperados-

Un día decidieron ir a ver a la malvada bruja que casualmente era la más bella del reino. Los reyes le obligaron a  beber una pociónn para que se intercambiasen las apariencias. Como estaban tan felices celebraron una fiesta e invitaron a cinco apuestos príncipes para que se casaran con ella. Cuando se acercó el primero para saludarla se enamoraron perdidamente . Bailaron toda la noche, rieron etc….

Al día siguiente el príncipe fue al palacio donde vivía con unas bonitas flores para dárselas. La princesa salió deprisa para verle, pero cuando llegó…..el príncipe quedó horrorizado , no daba crédito a lo que veían sus ojos, se habia convertido  en la muchacha de antes .Su prometido marchó corriendo del palacio pero al girar la cabeza se dio cuenta de que la princesa le perseguía. Para  refugiarse subió a una torre donde vivía la malvada bruja con sus nueve enanitos. La bruja le dio una sabrosa manzana y al morderla se convirtió en el décimo enanito.


Blancanieves no volvió a ver nunca más a su príncipe y se quedó sola para el resto de su vida.

AIDA MEDINA



CAZADORES (HANSEL Y GRETTEL)


Había una vez dos hermanos a los que les encantaba cazar bestias, brujas…

A partir de luchar con sus armas, Hanssel con unos kunays  y Grettel con unas pistolas. Solo cazaban unos días determinados debido al día del temporal o estado de los dos hermanos. Un viernes 13 de agosto vieron por un camino oscuro un rastro de bizcochos y galletas.

Al seguir el rastro de bizcochos y galletas, descubrieron una casa donde se encontraba la bruja más malvada y terrorífica. Su casa estaba hecha de restos de animales muertos.

Vieron a un lobo comiéndose a un conejo al lado de la casa, cuando de repente al acercarse al lobo y ¡pum! Hanssel y Grettel murieron debido a un hechizo de la bruja. Y colorín colorado este cuento ha sido transformado

 Álex Galán Santalla  1ºD


El lobo asmático

Había una vez tres cerditos, a los cuales su madre les había echado de casa. El más pequeño hizo su casa de plantas y flores, el mediano de madera vieja y carcomida, y el mayor de ladrillos y vigas de metal.

Un día un lobo feroz con asma y mucha alergia encontró a los tres cerditos. Nada más verlos corrió hacia ellos. Los tres cerditos al ver al lobo corriendo hacia ellos decidieron esconderse en sus respectivas casas. El lobo se dirigió a la casa del menor. Una vez allí inspiró para coger la mayor cantidad de aire posible, pero al lobo le entró la alergia, debido a que la casa estaba construida con flores, plantas y algunas ramas, haciendo así que el lobo tirara la casa a estornudos. La casa aplastó al pequeño cerdito produciendo así su muerte. Lo mismo pasó con el menor. Aquella noche el lobo se dio un festín. Al día siguiente el lobo se dirigió a la casa del mayor. Vió que era de ladrillos así que decidió subir al tejado de la casa. Una vez allí el resbaló y se cayó de cabeza lo que produjo su muerte. El cerdito mayor apareció muerto en su casa por depresión.
  

 Simón Villabrille Meré, 1º D



El cerdito más listo del mundo

     Había una vez tres hermanos cochinillos. Decidieron que cada uno se hiciera la casa por su cuenta.

     El mayor divisó unos cuantos ladrillos y en diez minutos la hizo. Era pequeña y casi no cabía en ella. El mediano vio madera vieja y se hizo la casa. No era muy grande, la terminó en treinta minutos. El más pequeño encontró un bosque con un montón de árboles. Pensó que si encontraba un hacha podría hacer una casa muy grande. Les pidió ayuda a sus hermanos pero ellos la rechazaron. En seis horas de larga búsqueda encontró un hacha. Empezó a talar árboles con madera dura. A los tres días ya la había terminado. Era amplia y cómoda. 

      Mientras los dos hermanos no hacían nada él buscó comida y leña para hacer fuego. Vio a un lobo y se lo contó a sus hermanos, pero le ignoraron. Él reforzó la casa e hizo trampas. Al día siguiente el lobo visitó al mediano y le destruyó la casa. Corrió y se refugió en la casa del mayor, casi no cabían. El lobo los vio y también les destruyó la casa. Pidieron ayuda al hermano pequeño pero como ellos no le habían ayudado él se negó. El lobo se comió a los dos hermanos y se hizo amigo del cerdito más listo del mundo.

 Óscar Barcelona Fernández


Cenicienta y el último pensamiento
Había una vez una joven muy bella llamada Cenicienta, pero era muy desgraciada dado que no tenía piernas. Un día la madrastra llegó a casa con una invitación al baile real, sus dos hijas querían ir y que el príncipe les pidiera matrimonio, así que empezaron a preparase, en cambio la madrastra no dejaba ir a Cenicienta. La joven las envidiaba porque, además de que tenían piernas, iban a ir al baile, cosa que ella no. Entonces esta, que además de ser muy bella, era muy mala, se le ocurrió una idea muy macabra. Cogió una guadaña, le cortó las piernas a su hermanastra mayor y después se las cosió a las suyas. Se puso un vestido azul turquesa precioso y unos zapatos de cristal que le estilizaban mucho las “piernas”. Fue caminando hacia el palacio, aún no estaba acostumbrada a ser tan alta así que se mareaba y tambaleaba  por el camino. Cuando divisó el palacio a unos metros de distancia, se levantó el largo vestido y observó “sus piernas”, estaban ensangrentadas, cogió un pañuelo y se las limpió. Cuando estaban medianamente limpias, volvió a colocar el vestido en su lugar. Pasó una agradable velada en el palacio, bailó con el príncipe aunque de vez en cuanto se tropezaba porque no controlaba bien las piernas. El príncipe le pidió matrimonio, pero justo eran las 12, así que Cenicienta, sin responder,  tuvo que echarse a correr hacia la  casa, a limpiar aquella horrible y sangrienta escena. Cuando está corriendo por las escaleras del palacio, se da cuenta de que el príncipe va tras ella porque se ha enamorado. De pronto, Cenicienta tropieza y se le cae la pierna. La muchacha va todo el camino restante de vuelta medio arrastras. Días después, corre la noticia de que ha habido una matanza y mutilación de piernas en el reino y no se sabe quién es el culpable. Pero la noticia más llamativa es  que el príncipe ha muerto. Se ha suicidado porque la joven de la que estaba locamente enamorado, había huido de él y se le había caído una pierna, imagen que le atormentó hasta sus últimos pensamientos.


 Claudia Álvarez Gueimonde, 1ºD


LAS PRUEBAS DEL DEMONIO

Había una vez una familia que no tenía mucho dinero y pensaban en librarse de sus hijos y de su perro. Al final resulta que llega su abuela y ella misma se ofrece a llevarse a sus nietos y al perro a vivir con ella. Ella vive en una casa hecha de galletas de oreo y de barquillo. Los niños salieron a pasear a su perro, donde se encontraron con un duende mágico, que les dijo que si mataban a sus padres y a su abuela, les hacía ser los niños más ricos y con más poder del mundo. Ellos se sintieron muy presionados porque por un lado querían ser ricos, pero por otro lado querían mucho a su familia.  Fue uno de ellos el que pensó que deberían hacerlo,  ya que sus padres les querían abandonar. Los niños decidieron no matar a nadie, fueron a hablar con el duende para que les cambiara la ``prueba´´. El duende les hizo trabajar para él durante dos semanas. Al final sus padres murieron y vivieron siendo ricos y felices con su abuela y su queridísimo perrito.

   Ana Tárano Sánchez 1ºD


La Tragedia

        Érase una vez una chica que se llamaba Blancanieves, ella era mala, pero se hacía pasar por buena. El reino lo gobernaba una reina que hacía pociones para curar enfermedades… Blancanieves tenía una idea, que era hacer una pócima mágica para matarla y hacerse con el trono. Una tarde Blancanieves decidió ir al bosque a por las esencias necesarias. Cuando llegó a su casa, se puso a fabricar una corona de oro, la cual estaba envenenada. A la tarde siguiente se presentó en el palacio y le dijo:

        -Majestad, traigo un regalo para vos.

        -Gracias Blancanieves, esperadme ahí.

         Cuando la reina se puso la corona, cinco minutos más tarde se desmayó. Blancanieves fue a clavarle un cuchillo, pero la reina se despertó. ¡La pócima había fallado!

         Blancanieves se quedó sin casa y sin comida. Dos días más tarde murió.

  Manuel Bugallo Pérez, 1º D



UN TONTO Y UNA TONTA

Había una vez dos niños muy tontos.Un dia sus padres les mandaron ir a casa de una bruja para que los matara porque él no los quería en casa, ellos sabian el camino y entaron. La bruja les dijo si querían que les hiciese unas magdalenas a los dos pero le dijeron: ``No, ya hemos comido´´.

-Pero si nos das  un trozo de mesa…

-Cómo os voy a dar un trozo de mesa. Esto es la vida real no tonterías que dicen en la tele de que mi casa está hecha de chuches.

-Vale, entonces nos vamos.

-Gretel, yo quería un trozo de mesa.

-Nos suicidamos.

-Vale, Hanzel.

Llegó la bruja antes y los mató con un conjuro. Semanas después arrestan a la bruja por asesinato. Salió en la prensa y en el periódico. Todo el mundo la odiaba, incluso la querían ahorcarla, pero como el verdugo no tenía permiso no lo hicieron.

Galo  García Selgas, 1ºESO B



UNA TARDE DE VIDEOJUEGOS

No hace mucho tiempo, en una casita muy, muy cercana, vivían siete cabritillos con su madre.

Un día su madre se tuvo que ir a comprar al mercado y tenía que dejar a sus hijos solos.

- Tranquila mamá estaremos bien –dicen todos a coro.
- Tened mucho cuidado y no le abráis la puerta a extraños.

Y la madre se marchó dejando la puerta cerrada tras de si.

- Venga hermanos, sacad los Doritos y encended la Play Station, que vamos a jugar al Minecraft –dice uno de ellos.

Tras dos horas jugando, se dan cuenta de que alguien los vigila desde fuera.

- Por preguntar… ¿no será el lobo Manolo que viene a comernos? –dice el más pequeño de todos temblando de miedo.
- Pues ahora que lo dices es verdad, está ahí fuera ¡y se dirige hacia aquí! –grita el más mayor de todos perdiendo la calma.

Y entonces el lobo empieza a dar golpes a la puerta tan fuertes que retumba toda la casa.

- ¡Dejadme entrar, cabritillos! –dice el lobo
- ¡No!, que nos vas a comer –gritan todos.
- ¡Por favor dejadme entrar!, ¡que traigo Aquarius!
- ¡Ah!, pues entonces pasa que hay sitio para uno más –dicen todos a coro.

Y al final los cabritillos se hicieron amigos del lobo Manolo y jugaron al Minecraft toda la tarde, hasta que su madre se enteró de que habían dejado entrar a un desconocido.

 Juan  Luis Fernández García,  1ºB



LA BESTIA Y LA BELLA PERVERSA

Había una vez un  príncipe que cayó bajo la maldición de una bruja que la hace ser feo y horroroso. La bruja le obliga a matar a la princesa más bella del lugar. El príncipe nunca se había enamorado pero en el momento en que la vio se enamoro perdidamente de ella y juro que nunca la mataría. La bruja de los nervios le puso otra maldición esta consistía en ser perverso siempre que viese a la princesa y así matarla. El príncipe decía que él nunca sería perverso y menos delante de la princesa. Días después estuvo pensando y decidió que si ordenaba a la bruja que  le convirtiera en una bestia, la princesa no se acercaría a él. En cambio a la bruja le dijo que así la princesa sufriría más al morir.

A la princesa le gustaba vestir bien, y desde que era pequeña le gustaba ser mala y perversa con los demás . Un día caminando por el bosque vio una especie de monstruo que la miraba fijamente. Cogió unas tijeras y se rompió la ropa ; cogió barro y se mancho , para dar sensación de que algo la había atacado.. Corrió al pueblo y al entrar por la puerta hizo que estaba cojeando con cara de dolor y de miedo y fingió que se desmayaba. La llevaron a una camilla en una habitación blanca dentro de una casa que hacía de hospital. Un chico le preguntó muchas cosas sobre el monstruo a las que ella contesto exageradamente. La bruja que lo veía todo se enfadó y con sus poderes convirtió a la bestia en su marioneta. La llevo hasta el pueblo donde araño a la princesa. Las personas allí presentes despistaron a la bestia para salvar a la princesa. La princesa fue a su castillo cogió una espada de su padre y corrió contra la bestia. La bestia mientras tanto le contó todo. Ella se fue rápidamente a la cueva de, la bruja donde acabo con ella. El príncipe consiguió liberarse de las maldiciones.

            VIVIERON MUY  FELICES Y LUCHARON CONTRA PERDICES


Ariana Fernández González,  1ºB 



LOS CERDITOS  TRAVIESOS

Había una vez tres cerditos que un día, en el bosque, se encontraron a un lobo que les dijo que tenían dos días para construir una casa si no querían que los comiera. Los cerditos, como eran ricos, contrataron a muchísima gente para que construyeran tres mansiones. Las terminaron a tiempo. Cuando el lobo llegó se quedó asombrado al ver esas mansiones. Como no sabía cómo derrumbarlas, robó un ``Monster Truck’’ y pasó por encima de la primera mansión, pero no había nadie dentro. Sucedió lo mismo con las otras dos mansiones. Como no había nadie volvió a su casa, pero en el camino de vuelta tenía que superar un laberinto. Era porque los cerditos y sus albañiles habían creado ese laberinto alrededor de su casa. Como el lobo no sabía hacer ese laberinto se quedó allí unas tres horas. Después volvió por donde había ido y se quedó sin encontrar su casa. El lobo para vengarse secuestró a las novias de los tres cerditos y les había dejado una carta en la que ponía que si las querían volver a ver con vida que destruyeran el laberinto que rodeaba su casa antes de las doce de la noche. Los cerditos destruyeron el laberinto y el lobo les devolvió a las novias.

Gonzalo García Castro, 1º B


Los tres ladroncitos

Érase una vez tres cerditos que trabajaban en una sucursal bancaria. Eran unos ladrones.  Tenían un chalet en Marbella y un Ferrari rosa para cada uno. Eran conocidos en toda Lobolandia. Se dedicaban a robar dinero del país, eran unos corruptos y tenían tarjetas pink. Tenían cuentas en Panamá y Suiza y eran conocidos como los hermanos Barcenas.  En Lobolandia vivía un lobo con la casa de paja. El lobo era panadero y trabajaba en su casa. Como no tenia dinero para pagar la hipoteca, cada día llegaba un aviso de desahucio. Un día, todos los lobos hicieron una manifestación, pero no sirvió para nada. Los cerditos le dejaron elegir entre tirar ellos mismos la casa o que la tirara él. Así que, el lobo sopló y sopló  y su casa derrumbó.

Jorge Cimas Fernández, 1º B



BLANCANIEVES Y EL GUSANO

Había una vez una princesa llamada Blancanieves a la que le gustaba mucho bailar. Un día, en una fiesta en la que estaba bailando Blancanieves, apareció una ancianita que ofrecía una manzana. Como Blancanieves tenía hambre se dirigió hacia la ancianita. Antes de darle un bocado a  la manzana, se da cuenta de que hay un gusano. No era un gusano normal, era un gusano fiestero. El gusano cuando vio  a Blancanieves le pide salir. Blancanieves acepta y juntos se casan y tienen siete hijos, los siete enanitos. Al final los enanitos se hacen muy listos gracias a los conocimientos de su madre y de su padre y acaban convirtiéndose en presidentes de Estados Unidos, Rusia, Brasil, Argentina, China, Francia y España.

Daniel Fernández Fernández, 1º B


El cerdito malvado y sus hermanos 

Hace mucho tiempo en un bosque había muchos animales y entre esos animales había un lobo y tres cerditos: el pequeño, el mediano y el grande. Ellos tenían mucho miedo del lobo porque sus padres les dijeron que se comía todo. Se comío a Dar Vader, a Rayo Maqüen y lo peor de todo a los cerditos. A Dar Vader porque lo odiaba, a Rayo Maqüen porque siempre gana y a los cerditos porque tiene hambre. Entonces los cerditos muertos de miedo se pusieron a construir casas de metal y aluminio, pero el cerdito grande que se creía el machote de la familia construyó la casa de paja. Un día muerto de envidia por las casas que habían hecho sus hermanos entonces decidió destruirlas y echarle la culpa al lobo. El cerdito mayor las destruyó, pero sus hermanos no se lo creyeron. Al día siguiente cerdito pequeño fue con su hermano cerdito mediano a ver al sherif para que arrestasen a su hermano cerdito grande. Y así fue, fueron a la casa de cerdito mayor para llevarlo a la cárcel y que se quedase allí 20 años. Cuando sus hermanos lo vieron metido en la celda le sacaron el corte de manga y le llamaron de todo.

Guillermo Barcia Moreno, 1º ESO B



LOS 7 CACHORROS DE LOBO

Había una madre loba que dejó a sus hijos en casa.

-Si salís a cazar, ir a por los cabritillos para poder cenar.- les dijo.

Cuando ella se fue los cachorros se fueron a cazar. Por el camino vieron a un perro.

-¿Por qué estáis solos siendo tan pequeños?-les preguntó.

-Nuesta madre no está y tenemos que buscar la cena-respondieron.

El perro cogió a un cachorro, se lo llevó a casa y nadie lo volvió a ver.

Los cachorros continuaron tristes su cacería .Llegaron a la carretera y vieron un coche. Le intentaron preguntar dónde estaba el pueblo. El coche arrancó, aceleró y atropelló a dos cachorros, uno con cada rueda delantera. Los cachorros siguieron su caza tristes y deprimidos. Vieron un rebaño con los corderos alejados. Atacaron a tres corderitos pero el pastor mató a dos cachorros e hirió  a uno. El herido fue a atacar al pastor mientras recargaba pero lo mató con la culata de la escopeta. El cachorro que quedó, marchó por donde había venido, evitó los coches, el perro y entró a su casa. Se durmió en el suelo, pero su madre le despertó poco después y le preguntó dónde estaban los demás y él le contó la historia.

La madre se sintió culpable y se fue tiró por un barranco de trescientos metros.

El cachorro se fue de casa y se encontró al perro que había cogido a su hermano. El perro lo cogió y lo metió en la caseta, donde se encontró a su hermano.

Hicieron una fiesta y se quedaron a vivir con el perro para el resto de su vida.

   Andrés Tuñón Requejo 1º ESO B


LA VENGANZA DE LOBO

Érase una vez  una madre cerdo que tenía tres cerditos. El más grande tonto, se llamaba cerdito 1; el mediano y más listo de los tres, se llamaba cerdito 2; y por último, el más pequeño, que se llamaba cerdito 3. Cuándo papá cerdo se fue a la guerra, la mamá cerdo encontró un lobezno abandonado en el bosque y lo acogió. Desde entonces se llama Lobo.

Como Lobo era adoptado, los tres cerditos le maltrataban haciéndole limpiar sus ropas sucias y sus habitaciones y le llamaban Ceniciento. Cuando se hicieron mayores, Lobo fue el primero en abandonar a su familia y construirse su propia casa, pero los 3 cerditos se llenaron de envidia y el cerdito 1 decidió ir a ver la nueva casa de paja de Lobo. Cuando llegó a ella, sopló y sopló y la casa derrumbó. Más tarde, llegó Lobo y la vio así.  Como pensó que había sido el viento, se construyó una de madera y se fue a cazar. Entonces el cerdito 2 fue a ver la reciente casa y cuando llegó la prendió en llamas y se fue corriendo. En ese momento, Lobo llegó y vio la casa hecha trizas, pero descubrió que habían sido sus hermanos porque vio huellas de cerdo.

 A los días, tenía una casa de ladrillos y cuando se fue a por más pintura, el cerdito 3 aprovechó para utilizar su bola demoledora. Y más tarde, llegó Lobo; que cuando vio la casa, cogió su móvil y se fue a ver a su madre. Al final, le enseñó las fotos de los cerditos destruyendo sus casas y la madre castigó a los tres créditos construyendo una mansión para Lobo y viviendo en la calle.

 P.D. de Lobo:   Cuando fingí que me iba a otros sitios como a cazar, solo me      escondía entre los arbustos para hacerles fotos y tener prueba. Esto lo hice de venganza por hacerme una foto durmiendo y enseñarla por ahí.
                                                                       
 Eva Villaverde Gómez,  1ºB



PINOCHO DICE LA VERDAD

Érase una vez una marioneta llamada Pinocho que cobró vida. Mientras iba por la calle se encontró con un par de niños que empezaron a pegarle, a insultarle… Cuando pararon, uno de ellos le tocó el hombro y se fue; ese golpecito dejó una sensación rara en Pinocho durante el resto del día. Al despertarse al día siguiente ya se encontraba bien y fue a contarle todo lo ocurrido a su padre. Nada más empezar a describir a los niños con los que se había encontrado, Pinocho sintió que su cuerpo menguaba. Ya no aguantaba más, mientras que le contaba la verdad a su padre de lo que le había ocurrido, menguaba. Cuando se dio cuenta de lo que le pasaba se las tuvo que ingeniar para contarle a su padre lo que le sucedía, pero sin decir la verdad para no menguar todavía más. Tuvo que ir de farmacia en farmacia preguntando con signos cómo arreglar su problema. Agotado y desesperado se fue corriendo al bosque. Allí se encontró con una mujer hermosa que le tendió una botella de agua. Pinocho tenía tanta sed que se la acabó enterita, volvió a sentir esa sensación tan rara y sintió cómo su cuerpo en vez de menguar se estiraba. Todo había vuelto a la normalidad. Fue a darle las gracias a la mujer, pero esta había desaparecido.

Paula García Fuentes, 1º B


Los ojos de carbón

Había una vez, dos hermanos, Pelayo (el mayor), y Carlos (el pequeño); vivían con sus padres en una casita de chocolate.

Un día, estos se fueron dejando a los hijos solos. El hermano menor, fue a abrir la nevera para comer algo. Y al ver que estaba vacía, buscó en los armarios…pero no encontró nada. Al cabo de dos días, los dos niños no podían aguantar más el hambre y se comieron la casa entera. Tal fue la indigestión que enfermaron. Carlos no pudo resistir la enfermedad y murió.

Cuando pasaron dos semanas, Pelayo no tuvo otra alternativa que comerse a su hermano fallecido. Primero empezó por la pierna izquierda, a los dos días se comió la derecha. Y así fue comiéndose poco a poco su pequeño y delgado cuerpecillo. Lo único que dejó fueron sus ojos, sus preciosos ojos, negros como el carbón.

Laura Patón

jueves, 2 de marzo de 2017

Aquellos maravillosos cuentos

Los alumnos y alumnas de 1º de ESO vuelven a ofrecernos sus particulares versiones de cuentos populares o tradicionales, aquellos que conocemos de nuestra infancia, tantas veces contados por nuestros mayores o leídos antes de dormirnos. Los vamos a ir publicando poco a poco según nos los vayan enviando. ¿No tenéis curiosidad? Seguro que muchos os van a sorprender.





La anciana y los niños (Hänsel y Gretel)

Hace unos años vivía yo en una preciosa casa hecha de dulces, perdida en medio del bosque. Pese a vivir en una casa como la mía, odio las chucherías.

Un día, escuché que alguien se acercaba a mi casa. Fui hacia la puerta y vi a un niño y una niña que… ¡se estaban comiendo mi casa! Aun así, intenté mostrarme amable y les invité a pasar. Hacía mucho tiempo que no veía a nadie.

Les preparé una cena y les ofrecí una cama. Pero, para mi sorpresa, cuando estaba sentada en la habitación de al lado, escuché a los niños gritar, mientras toda la casa temblaba. Les vi saltando en la cama, dando golpes a la pared con las almohadas.

- Niños, ¿qué hacéis?

- Cállate, vieja estúpida, ¿no ves que estamos jugando? – me contestaron.

- ¿Os he acogido y así me lo agradecéis? ¡Ya veréis mañana!

Me di la vuelta para salir, pero los niños seguían saltando. Decidí dejarlos, ya les regañaría por la mañana. Les pondría a hacer tareas para que así pudiera descansar antes.

Pero al día siguiente, cuando les ordené limpiar los fogones y parecía que se ponían a trabajar, ¡empezaron a destrozar mi cocina! Volaban sartenes, cazos y cucharas cuando me harté y cogí al pequeño (Hänsel, creo que se llamaba) y le encerré en mi establo, como castigo. Quizás separados alborotaban menos. Pero me equivocaba. Los gritos no cesaban y el ruido cada vez era más fuerte.

Tras unos cuantos días decidí sacarle de allí para echarles de mi casa.  Pero cuando le solté, fueron juntos a abrir el horno para encerrarme allí, y luego escaparse.


Después de ese incidente, tuve que mudarme y hacer mi propia casa con lo que encontré por el bosque, por si venían a buscarme. Yo nunca quise comerme a ninguno de ellos, pero esa era su versión de la historia, y nadie va a creer a una anciana con aspecto de bruja.

ANA SUÁREZ, 1ºAB



LA CASA DE LAS GOLOSINAS

Érase una vez dos niños huérfanos, Hansel y Gretel, a los que sus padres, muy pobres, no les habían dejado nada, salvo la cabaña en la que vivían.

Cuando terminaron los pocos recursos que poseían, se marcharon en busca de algún lugar donde les acogieran. Atravesando un bosque, encuentran una enorme y hermosa casa, adornada por toda clase de chocolates, regalices, caramelos, bombones… Los niños al verla, sin dudarlo un minuto, picaron a la puerta para pedir comida y alojamiento. Del interior salió una anciana, alta, delgada, vestida con harapos sucios  y con un gato en sus brazos. Los niños al verla se asustaron y salieron corriendo. Pero por la noche no se resistieron y volvieron a la casa para poder comer alguno de aquellos dulces. Sin darse cuenta hicieron un agujero en la pared por el que accedieron a una enorme cocina.

Durante un tiempo, los hermanos robaron comida para poder sobrevivir, hasta que una noche la anciana los descubrió y envenenó la comida. Esa noche, Gretel no se encontraba bien y no se comió los pastelillos que estaban envenenados y su hermano se los comió todos.

Al día siguiente Gretel, viendo lo enfermo que estaba su hermano, decidió llevarlo al pueblo para que lo viera el médico. Hansel no sobrevivió y Gretel decidió no volver a la casa de las golosinas.


                               Alejandro de las Heras García


LOS DOS CERDITOS


Érase una vez, tres hermanos muy pero que muy malvados. Ellos eran temidos por el pueblo, eran los tres cerditos. El cerdito mayor, Práctico, y su hermano mediano, Violinista eran los más chungos, después estaba su hermano pequeño, Flautista, al que solo le temían cundo estaba con sus hermanos, que estaba pocas veces porque ellos no le apreciaban.

Los cerditos mayores eran unos chulos, se burlaban de todo el mundo, unos sinvergüenzas. Ellos iban al instituto porque habían repetido muchos cursos. Se burlaban mucho de una persona, era un íntimo amigo de Flautista, el lobo “FEROZ”. Siempre le estaban insultando, hasta que un día se hartó. Él y Flautista fueron a casa de los cerditos. Les apagaron la luz, les abrieron el agua por un rato, les sacaron toda la ropa del armario y se marcharon. 

A la mañana siguiente se despertaron empapados y tuvieron que salir a la calle en ropa interior. Desde aquel día a nadie le cayeron bien, estuvieron solos, eran “LOS CERDITOS SOLITARIOS, LOS DOS CERDITOS SOLITARIOS”.

ALICIA CURRÁS, 1º C


 HANSEL Y GRETEL      

 Érase una vez una joven brujita que vivía en una casa de golosinas en un bosque muy profundo. La solían visitar brujos y brujas para practicar hechizos con diferentes patos y animales en general.

Una vez vinieron unos niños encantadores llamados Hansel y Gretel. Vestían de forma humilde y vivían con el padre. Ellos le dijeron a la bruja:

-Nos das un poco de comida?

A lo cual ella contestó:

-Por supuesto!

 Entraron todos a la casa y de repente los dos niños empezaron a golpear a la bruja con todo lo que tenían a su alcance: relojes, mesas... La bruja se desmayó. 

Los jovencitos con pinta angelical guardaron a la bruja en el sótano. Tras unas 6 horas volvió en sí la bruja. Escuchaba ruidos días y noches, eternamente, de la planta superior. 

Ya era martes y tocaba hacer magia con otros brujos y brujas. Picaron a la puerta y salió de la casa un señor con aspecto pobre y sucio. Los brujos, al saber lo de la bruja, la socorrieron y expulsaron al misterioso hombre y a los dos chicos. 

Desde entonces, la casa de la bruja siempre fue el objetivo de mucha gente mala y despiadada. La comían poco a poco para que quedase sin casa la bruja.

MARIO SÁNCHEZ, 1º AB



Los tres cerditos más molestos


Érase una vez tres cerditos que iban molestando a toda la gente que se encontraban. Una vez molestaron tanto al alcalde de un pueblo, que tuvo que contratar a un lobo que negociase con ellos.
El lobo les dijo a los cerditos que les iba a regalar algo que ellos quisieran, pero tenían que dejar de molestar a la gente de ese país. Los cerditos dijeron que sí.
-¿Qué queréis? -dijo el lobo.
-Una casa de lujo -dijo el más pequeño de lo cerditos.
-Yo quiero un edificio entero para mí solo -dijo el mediano.
-Y yo quiero en rascacielos de doscientas plantas de alto con un búnker incluido -dijo el mayor.
El lobo aceptó y en menos de un mes tenía cada cerdito su edificio.
Los cerditos estuvieron calmados durante dos meses, y cuando se acabaron esos meses volvieron a molestar a la gente.
Entonces el alcalde llamó al lobo y le dijo:
-¡NO TE HABÍA DICHO QUE TE ENCARGARAS DE ELLOS! -gritó el alcalde.
Entonces el lobo empezó a destruir las casa de los cerditos. Cuando llegó a la última casa y se dio cuenta de que tenía un búnker, lo que hizo el lobo fue taparlo para que no salieran los cerditos.

Y así el pueblo quedó feliz para siempre.

JORGE BLANCO, 1º AB



Hansel y Gretel y la casita de azúcar

Había una vez una familia muy rica,demasiado rica, que vivía en un pueblo muy chiquitito, con casitas muy pequeñas construidas con los troncos de los árboles de un bosque que había al lado de aquel pueblecito, pero la de la familia era una mansión de una sola planta que se veía a un kilómetro de distancia con 6 metros de altura. Tenían unos jardines enormes, una puerta gigantesca…

Aquella familia estaba formada por 4 personas: el padre, la madre y los dos hijos, llamados Hansel y Gretel.

Cuando los niños cumplieron los 10 años tenían más riqueza de la que uno en su vida vería. Pero eso los llevó a convertirse en niños muy avariciosos. Así que un día, cuando los padres estaban tan cansados que no se daban cuenta de nada, decidieron escaparse al bosque con todas las riquezas de sus padres.

Cuando ya llevaban unas 2 horas caminando, vieron a lo lejos una casita hecha de azúcar y chocolate. Tenía las paredes de azúcar, la chimenea y la puerta de chocolate con almendras, el humo que salía de la chimenea era algodón de azúcar, el jardín era de un mar de Lacasitos de colores, mientras que el camino era de conguitos y las paredes estaban decoradas con azúcar de diferentes formas y colores.

Del hambre que tenían empezaron a comérsela. De repente apareció una bruja con una cara verde como la hierba, una nariz como la de las películas toda llena de verrugas verdes y gigantes y el final muy puntiagudo.

Aquella espeluznante bruja les dijo:

- ¡Qué hacéis comiéndoos mi casita, niños estúpidos! -dijo la bruja con cara de señora mayor enfadada, es decir, que no se le notaba por las arrugas- ¡He tardado 4 años en construirla y recolectar los dulces!

Mientras tanto los niños se comían la casa y no le prestaban atención a la bruja. De repente Gretel le prestó atención y dijo:

- ¿Cómo qué estúpidos? Somos niños ricos, tenemos más fortuna que tú veras en tu vida 
-dijo toda indignada-. Encima soy mucho más guapa que tú, bruja.

La bruja se enfadó tanto que cogió a Hansel y Gretel y los encerró en una cárcel con bastones de caramelos. Al ser de bastones los niños se los empezaron a comer. Así estuvieron 2 días y como la bruja no ganaba para bastones les dijo:

- ¡Ya está Bien! ¡Volvéis a vuestra casa! -dijo muy cabreada- ¡No gano para bastones de caramelo!
-Nooo –dijeron al unísono los chicos, haremos todo lo que quieras menos ir a casa -dijo Hansel.
- ¿Ah, sí?, ¿todo lo que quiera? –dijo con una sonrisa malvada.
- Síii -volvieron a decir-, todo lo que quieras.
-Vale, pero acordaos que es lo que quiera –dijo la bruja.

Desde entonces a Hansel y a Gretel no se les volvió a ver por el pueblo, aunque los padres los buscaron, no los encontraron. Y la casa de azúcar nunca se volvió a ver.

Se dice que se quedaron limpiando la casa y atendiendo a la bruja desde que se quedaron allí.

LUCÍA FERNÁNDEZ, 1º C



HANSEL, GRETTEL Y NICOLÁS

            Había una vez una familia que vivía en una casa de campo. Estaba formada por un padre, una madre y sus tres hijos: dos gemelos, una niña llamada Grettel y un niño llamado Hansel y otro hijo más pequeño llamado Nicolás.
        Un día en que los padres estaban desesperados, decidieron abandonarlos en el bosque. Los niños estaban tiritando y fueron a buscar donde refugiarse. Anduvieron bastante y encontraron una casa hecha de dulces. Al principio creían que era un sueño, hasta que Hansel fue a darle un mordisco y de verdad sabía dulce. 
           Entraron a la casa y estuvieron allí un rato, comiendo sin parar hasta empacharse. De repente oyeron unos ruidos que venían de la puerta. Corrieron a esconderse tan rápido como pudieron. Cuando la vieron, no se lo podían creer, ¡era una bruja! 
        La bruja entró y sospechó algo al ver que todo estaba mordisqueado. Miró a su alrededor y vio al hermano más pequeño, Nicolás, lo cogió y lo iba a meter al horno cuando sus hermanos salieron corriendo de sus escondites. Querían salvarlo, pero desgraciadamente era demasiado tarde, la bruja ya lo había metido en el horno a máxima potencia y vieron a su hermano quemarse.
            Los dos lloraron y de la rabia sacaron fuerzas para matar a la bruja con un cuchillo y  así vengar a su hermano pequeño. Recogieron las cenizas de su hermano y fueron a un lago al que Nicolás le gustaba mucho ir, y allí las dejaron.


        ALBA LARA ROBLEDO, 1º C




LA MANZANA ROJA

Hace tiempo, mucho tiempo, existía una chica que se llamaba Blancanieves, aunque en algunas ocasiones la llamaban Niebla. Blancanieves tenía 16 años. Aquella muchacha tenía un pelo hermoso, pero en su casa, por obligaciones, lo tenía que llevar siempre recogido, algo que, cuando fuera adulta,  dejaría de hacer. Siempre vestía con cosas sencillas, con sencillas quiero decir algo normal o típico.

Un día Blancanieves se enteró de una gran noticia, grande para sus padres, ya que ella era un poco diferente. Aquella noticia decía: “En este concurso entrarás para participar y tus mejores galas enseñar para reina lograr ser”.

Aquella nota lo decía todo para sus padres ya que vivían en la pobreza, pero Blancanieves no opinaba lo mismo, pensaba que era algo pijo.

Pasaron los meses y llegó el día del concurso, allí se encontraban todo tipo de chicas, de hermosas a no muy feas, pero el jurado era muy estricto. 

Todas las chicas habían desfilado, hablado, incluso bailaron de la emoción cuando terminaron las pruebas, pero faltaba Blancanieves. Subió al escenario del castillo con un vestido muy peculiar ya que estaba hecho a mano y no era largo ni de colores típicos de princesas, sino que era negro y blanco como su piel y sus ojos. Los siete enanitos formaban el jurado, se quedaron impresionados con ese vestido que nunca vieron en una joven que quería ser princesa, desfiló, habló ante el jurado y bajó con mucha seguridad,  pues había logrado algo que nadie pudo.

Era un momento decisivo ya que el jurado había llamado a las concursantes para decir cuál era la futura princesa. Antes de decirlo explicaron por qué querían escoger a una princesa de esta manera y la razón era simple: la reina y el cazador tuvieron un hijo, pero ellos no tenían a nadie para que se casara con él. La reina, dolida, escuchó que en otro pueblo buscaban a un hombre joven para desposar a su hija pero no le dio tiempo porque él ya se había casado.

Aquella razón del porqué del concurso les llegó al corazón a todas, a todas menos a Blancanieves que no prestó mucha atención a la explicación.

En el momento de tensión Gruñón dijo: “La princesa del príncipe Jashon será…BLANCANIEVES”
Ella se quedó asombrada porque pensaba que no lo lograría. Al día siguiente la trasladaron al castillo donde la esperaba su futuro marido.

Él era alto, moreno, con ojos azules, el sueño de toda chica. Habló con los reyes y con Jashon. Allí todo era tranquilo, normal, o sea, como en un castillo normal, hasta que llegó el día de su boda.

Todo fue rapidísimo, la comida, la vestimenta, los preparativos..., pero ni Jashon ni Blancanieves estaban preparados, mas veían esta algo precipitado. Cuando llegó la hora de las doce, los mayordomos dieron la señal de alarma porque los dos jóvenes se dieron a la fuga. 

Ellos se habían fugado a una casa lejana y pacífica, pero un día que Blancanieves dormía un duende la envenenó. Jashon, llorando, juró venganza guardando el corazón de Blancanieves en una caja de oro y cristal.



    NAYARA GONZÁLEZ TORRES,  1ºC



Los cerditos mal pensados


            Érase una vez unos hermanos cerditos. A estos les gustaba mucho construir cosas y también les gustaba jugar. Cuando se hicieron mayores cada uno se construyó una casa a su gusto.

            El primer cerdito se hizo la casa de algodón y siempre que había viento se derrumbaba. El segundo cerdito se la hizo de goma; esta era más resistente, pero si había una tormenta también se caía. El último y más listo cerdito se la hizo de cemento; esta nunca caía. 

           Una vez pasaba un lobo por allí que les iba a hacer un regalo: una tarta de chocolate en forma de bomba.
           
            Los tres pensaron que iba a explotar y empezaron a pegarle y a insultarle. Pobre lobo, nunca más se acercó por allí. 

            El lobo, después de mucho tiempo, volvió a pasar por allí. Esta vez no fue para regalarles nada, fue para pedirles perdón. Los cerditos no le abrieron la puerta, porque pensaron que era para lo mismo.

            Al final se pidieron perdón todos y quedaron jugando a las cartas.

MOISÉS OURENS, 1º AB



LOS CERDITOS MALVADOS

Había una vez en un bosque muy lejos, a las afueras de España, un lobo y 3 cerditos. Había un cerdito bebé, otro mediano y el otro un año mas grande.

La madre,cuando ellos eran pequeños, les contaba historias de un lobo que era malvado y ellos querían conquistarlo.

Cuando ellos se hicieron mayores,se independizaron y los dos más pequeños vivían juntos, excepto el mayor, que no quería saber nada de ellos. Pero todos los hermanos querían matar a ese lobo, entonces los dos más pequeños se encontraron al grande, que también estaba buscando al lobo,  y corrieron y se dieron un abrazo.


Luego encontraron una cueva, y allí estaba el lobo. Ellos pensaban que los iba a matar, pero él solo quería jugar con ellos, porque ese no era el lobo malo, y lo mataron.

PAULA FRESCO, 1ºC