MI MAYOR TRAVESURA
Yo soy una niña que no hace muchas travesuras, pero como persona, sí tengo alguna. Yo creo que la mayor travesura que he hecho ha sido en mi pueblo de Salamanca, Paradinas de San Juan.
Hace dos veranos, hacia la mitad de agosto, nos fuimos de vacaciones, a Paradinas de San Juan, a la casa de mis abuelos. Allí, nos bajamos del coche, delante de la casa de mis abuelos, que vinieron a recibirnos.
Esa noche cenamos y nos fuimos a la cama. Al día siguiente, como casi todos los veranos , empezamos a tramar, ya nuestro plan, entre mi hermana y yo. No nos costó demasiado pensar en la trama, ya que cuando a mi abuelo se le estropeó el microondas al meter en él una taza de metal, supimos lo que hacer. Esa noche nos moríamos de gana s de que llegase el día siguiente.
Al fin llegó, mis abuelos se levantaron y nosotros también. Mis padres se fueron con mi abuelo y mi hermano a Peñaranda de Belmonte, una ciudad cercana, mientras mi hermana y yo nos quedamos en casa con mi abuela. Cogimos su móvil y empezamos a darles a tonos de timbre, y mi abuela, como no sabe mucho de móviles, pensó que se estaba volviendo loco. Mi hermana gritaba:”No lo puedo parar”, y mi abuela se alarmaba más y más hasta que casi le da un mareo.
Dos días después, mis padres y mi abuelo volvieron a Peñaranda del Belmonte. Esta vez jugamos con los plomos. Mi hermana encendía una luz y luego yo bajaba el plomo. También hicimos lo mismo con el plomo de la nevera; los alimentos se calentaban. Con los plomos de la lavadora igual, y como estaba puesta estropeamos la ropa…Mi abuela llamó rápido a mis padres y ellos pagaron a un electricista para que viniera.
Cuando acabaron las vacaciones, mis abuelos se marcharon con nosotros a Avilés porque tenían miedo a quedarse allí.
Mis padres todavía no lo saben aunque nunca lo sabrán.
Nuria Martín Fernández 1ºESO B.
MIS TRAVESURAS
Una
de las travesuras que hice, es que cuando estaba a punto de ir a la cama, en
una noche de verano, mi madre, mi padre y mi hermana se fueron a la salita y yo
a mi habitación. Y de repente, di un golpe muy fuerte contra mi mesita a propósito
para que vinieran a mi habitación, pero antes de que vinieran me eché en el
suelo haciéndome el muerto para que se asustasen. Cuando llegaron, se asustaron
y empezaron a chillar. Mi madre se agachó y dijo mi nombre y, a la tercera vez
que lo dijo, dije yo”:¿Qué?”. Al final, se pusieron muy enfadados, pero me
abrazaron, y mi madre se echó conmigo hasta que me dormí.
Otra
travesura que hice fue que, un día que estábamos en la casa de mi abuela, me
puse el mandilón de preescolar con forma de capa. Y en la puerta de la terraza,
como es de cristal, hice de Supeman y la embestí. La atravesé y tuve mucha
suerte porque no me pasó nada, pero, por otra parte, tuve mala suerte porque mis
padres me riñeron y me prohibieron volver a ver Superman hasta tres meses después.
Aitor
Regueiro Gómez 1ºD
MIS MEJORES VACACIONES
Mis mejores vacaciones fueron en el verano de 2014.El primer mes me fui a Tenerife, a un campamento con parte del equipo de
judo y había pasado allí una semana. Fuimos a la playa, al parque acuático y repasamos un poco de judo.
En julio y agosto pasamos “todos” los días
soleados en la playa con mi familia; y cuando llovía, me pasaba toda la tarde
jugando a la consola o fastidiando a mi hermana.
Llegó septiembre y tenía pensado ir a pasar
dos días a las piscinas de León, pero en el último momento predijeron mal
tiempo. Aun así, me lo pasé muy bien. Y así fueron las mejores vacaciones de mi
vida.
Pablo Fernández Artime 1º ESO D
Parvulario
Hoy tras llegar del instituto, le he
preguntado a mi madre que si recordaba algo de mi primer día de clase, y ella
me dijo que no, por lo cual voy a decir cosas de lo que me acuerde.
El primer año de clase en primero de
Infantil fui al San Fernando, yo no recuerdo con quién iba a clase; pero a
veces voy por la calle y me encuentro a niños que sí se acuerdan y me preguntan
que si fui al San
Fernando y yo les digo que sí y ya saben quién soy.
Al año siguiente me pasé al Quirinal, donde
conocí a casi todos los amigos que actualmente sigo viendo casi a diario. Con
ellos tengo muy buenos recuerdos como el viaje de estudios a Santiago de
Compostela o el día de fin de curso que fuimos a comer al telepizza y luego nos
bañamos en la fuente del parque. Pero el recuerdo más antiguo que todavía tengo
es el día de la carrera de fin de curso en tercero de Infantil.
Lo único que recuerdo de esa carrera es
que estuvo muy reñida entre mi amigo Mario y yo. Aunque conseguí llevarme la
victoria. Aunque gracias a esta redacción siempre recordaré todo lo que os he
contado.
Óscar Somoano Burgos 1º ESO D
MI
TRAVESURA
Tengo un hermano mellizo con el que jugaba
siempre. Cuando teníamos 2 años, nuestro programa favorito era Caillou, Lo
veíamos a todas horas.
Un día Sergio y yo nos “peleamos” por el mando de
la televisión, tirando de él. Se abrió la tapa y se cayeron las pilas, rodaron
y se quedaron detrás del armario. Continuamos viendo la televisión, como si no
hubiera pasado nada y llegaron nuestros padres para salir a dar un paseo.
Cuando vieron el mando sin las pilas, se asustaron
muchísimo: pensaron que nos las habíamos tragado. Empezaron a buscar por toda
la habitación, revisaron con todo detalle cada rincón, pero no dio ningún
resultado. ¡Dejaron la
habitación totalmente desordenada! Tras tomar un pequeño descanso, retomaron la
búsqueda, cada vez más asustados. Por fin, tras un gran rato, dieron con las
pilas y muy aliviados por saber que estábamos perfectamente, fuimos a dar el
paseo. No nos riñeron ni nos castigaron, pero nunca más nos dejaron el mando de
la televisión.
Rubén del Rey 1º ESO D
Mi esaparate favorito
De pequeño el escaparate que más me gustaba era el de un quiosco cercano a mi antiguo colegio. Todos los días al salir de la escuela con Rubén (mi hermano) y Aitor (mi mejor amigo), nos embobábamos con sus cromos, chuches y otras cosas interesantes.
Un día, al salir del colegio, en el escaparate, encontramos unos cromos que nos volvían locos. Teníamos que conseguirlos de algún modo. Para nosotros eran importantísimos. Al no tener blanca, acordamos llevarla al día siguiente. En clase estábamos muy emocionados. Pero nos pasó la clase lenta.
Al acabar las clases, salimos a toda pastilla hacia el quiosco. Al entrar en la tienda no había ningún rastro de ellos. Salimos tristes y riéndonos. Nos dimos cuenta de que a la próxima no deberíamos que tener que sacrificar nuestra atención en clase solo por unos cromos que ni siquiera estaban allí.
Sergio del Rey 1º ESO D
MI PRIMER
DÍA DE ESCUELA
Aunque casi no me acuerdo de nada, sí recuerdo que
estaba muy ilusionada por empezar a la escuela. También recuerdo la suerte que
tuve al conocer a mi encantadora profesora, María.
Yo realicé la enseñanza obligatoria en el colegio
C.P. Sabugo. Al ser tan pequeño, en mi colegio todo el mundo se conocía, al
igual que yo conocía a todos los niños de mi clase, a todos los profesores y a
la mayoría de alumnos ajenos a mi curso.
Cuando llegué, lo recuerdo bien, quizás demasiado
bien. Yo estaba esperando a entrar con una profesora, la mitad de la clase y,
por supuesto, mis padres. Había niños jugando, llorando, riéndose; y uno en
concreto vomitando. También recuerdo que había más padres, probablemente
esperando a sus hijos, ¿no? De repente salieron muchos niños, la mayoría
riéndose, otros corriendo a los brazos de sus padres y algunos llorando.
Recuerdo que ese día lo pasé muy bien. Y aunque no
me gustaba la idea de ir todos los días, pensar en el día siguiente me parecía
una buena excusa para poder volver.
Poco a poco fui conociendo amigas, amigos,
profesores, diferentes juegos, asignaturas, lo que se debía hacer y lo que no…
Probablemente una de las cosas que más recuerdo es la famosa. “silla de
pensar”, aunque, por suerte, no reflexioné mucho en ella. Y también recuerdo
“los rincones”; si daba tiempo, jugábamos como un cuarto de hora antes de
salir. Había varios rincones: construcciones y puzzles, coches, ordenadores,
plastilina; y mi rincón favorito: “la casita”,donde jugábamos con una cocinita
y una casita a “mamás y papás”
También recuerdo algún recreo, y me gustaba mucho
mandar, debido a mi carácter, pero, si no lo hacía, me enfadaba a causa de mi
mal genio. Aun así, dentro de lo que cabe, no era mala niña, ya que casi nunca
me castigaban. Recuerdo que jugábamos al cascayo, al “pilla pilla”, al
escondite y a otros diversos juegos.
Para
mí, mi primer día de escuela fue muy especial, porque ahí empezó todo. Porque
ahí me di cuenta de que, gracias a él, he pasado unos años maravillosos que
siempre recordaré, con todos mis amigos y amigas que son tan especiales para
mí.
Sara del Vigo Suárez 1ºD
MIS MEJORES VACACIONES
Mis mejores vacaciones fueron en Castilla y León. Fuimos en dos coches diferentes: en el BMV fuimos mi padre y yo y en el otro coche fueron mi madrastra, mi hermana, una amiga de mi madrastra y su hija. Ellas marcharon dirección a León y nosotros fuimos a buscar una caja de sidra y una caja de vino. Después de recoger la sidra y el vino fuimos en dirección a León.
Ellas después de pasar el Negrón pararon en un bar; nosotros llegamos y nos tomamos yo una coca cola y mi padre un café. Ellas se marcharon y mi padre y yo cinco minutos después marchamos. A los quince minutos después las adelantamos. Cuando a nosotros nos faltaban quince minutos para llegar al camping les gastamos una broma diciéndoles que ya habíamos llegado al camping, que cuántas plazas reservábamos. Ellas nos dijeron que muy graciosos y nos colgaron. Cundo llegamos al camping, las esperamos, nos dieron la parcela y entramos. Aparcamos los coches, montamos las tiendas de campaña y comimos.
Después de comer fuimos a dar una vuelta y por la tarde fuimos a dar un paseo por el pueblo y después volvimos al camping a cenar. Después de cenar yo me eché en la cama a bajar la cena. Después todos fuimos a dar una vuelta por el camping. Cuando volvimos fuimos para la cama.
Al día siguiente desayunamos, preparamos unos bocadillos para comer y fuimos a las piscinas de León. Una vez allí cogimos sitio en el prado y nos bañamos. Yo en lo primero que me fijé fue en las nuevas piscinas que habían puesto en el campo de fútbol. Nos bañamos muchas veces, después de bañarnos y comer fuimos al camping, nos vestimos y fuimos a cenar al pueblo. Cuando volvimos de cenar todos estábamos muy cansados, entonces nos fuimos a la cama.
A la mañana siguiente nos levantamos, desayunamos, recogimos las tiendas, la mesa y más trastos que había en la parcela. Después de recoger pagamos y aparcamos donde las piscinas. Antes de comer nos bañamos y a la hora de comer fuimos al restaurante que había. Comimos y nos pegamos el último chapuzón. Después recogimos las toallas y nos fuimos a Avilés.
Saendy García Madrid 1º ESO D
ESCAPARATE DE LA INFANCIA
Pues mi escaparate favorito de la infancia era una tienda de creps, aquí llamados frixuelos. Esa tienda estaba en el centro de Tarrasa, que era donde vivía yo de pequeño, y a mí como ya me conocían ya sabían lo que me tenían que hacer, era un crep de nutella y azúcar, mucho azúcar.
Yo siempre iba los sábados con mi padre, y siempre me pedía un cacho del crep, que para él es la mitad. A veces venía mi hermano, y se pedía uno con huevo Kinder, que también estaba muy rico.
Las chicas que nos atendían eran, Laura y Melisa. Laura era morena. Siempre que nos daba los creps, nos decía: “Adeu, guapos”. Melisa era rubia y también decía lo mismo. Después de pedirlo íbamos a un parque a tomarlo.
Nel Ibáñez 1º ESO B
Mi rincón favorito de Avilés
Mi rincón
favorito de Avilés es el parque de
Juan XXIII porque ahí están todos mis mejores amigos: Alfonso, Roberto,
Hugo, Andrés…
Siempre que vamos a Juan XXIII y jugamos una pachanga al fútbol,
estamos una hora y media jugando;
cuando nos cansamos, vamos con las chicas al parque y compramos cosas en
el quiosco de Pablo, que es muy majo y
casi siempre nos da algo .
Luego, cuando nos cansamos de estar con las chicas, vamos
a por las bicis y damos una vuelta por Avilés en bici. Bueno, mi rincón favorito
como ya dije es Juan XXIII.
Yonathan Menéndez 1º ESO D
Mi primer día en el colegio
Mi primer día en el colegio fue divertido porque ya conocía a la profesora. Ese día precisamente nació mi primo.
Cuando me levanté, no estaba nervioso sino ilusionado porque empezaba una nueva “vida”. Cuando me dijeron: “Arouna Racine Kane dans la classe de Audrai”, estaba tan contento que ni siquiera me despedí de mis padres y, cuando vinieron a buscarme lloré, porque no me quería marchar ni despedirme de mi profesora ni de mis compañeros.
Los demás días fueron iguales, pero como yo era el mayor de la clase me nombraron delegado.
Arouna Kane 1º ESO D
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