sábado, 2 de diciembre de 2017

Los relatos de la infancia de nuestro alumnado de 1º de ESO (2017-18)







El PARBULARIO
Yo empecé a la guardería con 18 meses, por eso no me acuerdo de mi experiencia en ella, aunque  mi madre siempre cuenta que, como no quería ir, me quedaba a la puerta de la guardería llorando mucho todos los días y que estuve así durante seis meses.
Como era un bebé muy inquieto, me ponían a hacer pequeñas tareas; por ejemplo: repartir los baberos y los mandilones y colocar todas las sillitas del comedor  y así  me tenían entretenida.
Con tres años  empecé en el colegio Público de las Vegas. Mi profesora se llamaba Rosa y con ella aprendimos a leer y a escribir, y también a llevarnos bien unos con otros. Aunque era muy buena profesora y le tuve mucho cariño, tenía mucho carácter y una voz muy fuerte  que parecía que siempre estaba enfadada, aunque en realidad era su  manera de ser, pero los niños le tenían un poco de miedo, pero yo no.
PATRICIA FRAGA, 1ºA

MIS PRIMEROS AÑOS DE CLASE
Yo fui al CP El Quirinal, que está bastante cerca de mi casa. Allí estudié los tres años de Educación infantil y los seis de Educación primaria. Aunque estoy muy a gusto en el insti, a veces lo extraño un poco.
Mi colegio es uno de los más grandes de Avilés. Tiene un edificio de tres pisos. Allí estudian los niños de Primaria de cinco años, luego hay otro para los de Infantil, y, por último, hay otros dos que son guarderías.
Mi profe se llamaba María. Tenía el pelo castaño y los ojos marrones.
Todo lo que os puedo contar de mi primer día de clase es lo que mis padres me contaron, sobre todo mi madre que fue quien me llevo.
En el cole todos los niños que empezaban nuevos tenían una cosa que se llama periodo de adaptación; como a muchos niños no les gustaba quedarse allí sin los padres o los abuelos, pues los primeros días solo iban dos horas. La segunda semana de cole ya están con más niños para que se vayan acostumbrando, y, finalmente ya están todos los compañeros juntos.
Ni yo ni mi madre nos acordamos muy bien de mi primer día de clase, pero recuerdo muchas cosas de mi primer día de colegio. Los dos primeros años, primero con mandilón rojo y luego con verde, estábamos en el edificio pequeño donde estaban los niños pequeños, con nuestro propio patio para nosotros solos, y abríamos la puerta de clase y ya estábamos en el patio. Luego en el tercer año de Educación infantil teníamos que llevar mandilón azul, y, además, teníamos nuestra aula en el edificio de los de los mayores, pero todavía teníamos que ir al patio de los pequeños.
Nuestra mascota era el caballito de mar, todos los de María eramos el grupo de los caballitos de mar.
Nuestra aula de Infantil era muy diferente a las que tenemos ahora. Allí junto con las pequeñas sillas y mesas y la pizarra había montones de juguetes para entretenernos y a la vez aprender.
Todos los días hacíamos lo que se llama asamblea, que era que nos sentábamos en el suelo todos juntos formando un corrillo alrededor de la profesora y allí hablábamos de cosas como el tiempo, las estaciones…
IRENE FERNÁNDEZ LORENCES, 1ºA

UNA PEQUEÑA TRAVESURA
Mi madre me cuenta (porque yo no lo recuerdo) que, cuando yo tenía un año y medio más o menos, mi padre me dio a probar por primera vez el chocolate. Trajo a casa un paquete de seis huevos Kinder (grave error) y me dio uno.
Cuando lo probé, me acostaron en la cuna para dormir la siesta. Estaba en la habitación de mis padres junto a una cómoda. Al cabo de más de una hora, mi madre fue a despertarme y me encontró bien despierta.Resulta que mi padre había dejado el paquete con los cinco huevos Kinder que quedaban en la cómoda, a mi alcance (otro grave error), y yo había aprovechado la ocasión. Había comido los cinco huevos de chocolate, manchando toda la ropa de la cuna, el pijama, mi pelo y mi cara, incluso una pared.
Mi madre,al ver el desastre, llamó a mi padre y, al ver mi cara de felicidad, solo pudieron reír y llorar a la vez.
GLORIA POVEDANO GARCÍA, 1ºA

UNA VISITA AL MÉDICO
Era diciembre del 2014 , yo como un día normal cené y fui un rato a ver la tele , pero un rato después me empezó a doler con locura la barriga . Me fui a la cama pensando que se me pasaría , pero esa noche vomité cinco veces . Fui al médico cerca de mi casa y vieron que tenía inflamado el apéndice y , para mi desgracia , ahí , no me podían operar , tenía que ir al hospital San Agustín en un trayecto donde estaba histérico completamente y nervioso.
Una vez allí , prácticamente de inmediato , me dijeron que me operaban ya .Momentos antes de la operación estaba como loco delante de mi madre y mi abuelo debido a que era la primera vez que me operaban.Estaba sufriendo a muerte , como nunca. Cuando llegué al quirófano, era entre lágrimas y chillidos.Sin tiempo para lamentarme más, el médico me puso la anestesia y me operó.
Aunque, claro, todavía al tener la herida abierta me tuve que quedar allí una semana para que día a día me fueron tratando la cicatriz para que se cerrara por completo. Durante esa semana mis familiares fueron todos a verme y a preocuparse, y mis compañeros me hicieron un libro dedicado que me encanta .
Esta historia, seguramente uno de los peores momentos de mi vida, se quedará guardada tanto por mi mente como por mi cicatriz.
ADRIÁN MESTAS, 1ºA

UNA TRAVESURA
Un día fui a casa de mis abuelos a dormir porque mis padres se iban a una cena con unos amigos. Cuando ya era tarde ,mi hermana y yo le pedimos unas canicas que eran de mi padre cuando era pequeño a mi abuela. Ella no quería dárnoslas porque ya era la hora de cenar ,pero pero después de que mi hermana y yo estuviéramos mucho tiempo insistiendo una y otra vez ,al final la convencimos.
Mientras mi abuela preparaba la cena, nosotros pusimos las canicas en la entrada de la cocina para que mi abuela no pudiera salir. Cuando mi abuela necesitó salir y vio las canicas, nos llamó para que las quitásemos porque nos habíamos ido al salón, pero nosotros no queríamos ir. Estábamos allí jugando con nuestro abuelo al ajedrez y viendo dibujos. Cuando mi hermana y yo nos cansamos de que nos pidiera que quitásemos las canicas, por fin las quitamos y mi abuela pudo salir.
Después de cenar fui a dormir y a la mañana siguiente mis padres fueron a recogernos a mi hermana y a mí en coche. Cuando recogí todo de casa de mi abuela, bajé y me subí en el coche para irme a casa.
ARTURO GARCÍA BLANCO, 1ºA

LA TRAVESURA
Creo que la única travesura que llegué a hacer y recuerdo fue hace dos o tres años.
Estábamos en Galicia, en nuestra casa de campo. Recuerdo que no fui solo yo, sino que fueron dos amigos, mi primo y yo. Estábamos en una caseta dentro del jardín, estábamos los cuatro solos. De repente, encontramos una caja con muñecas las Barbies antiguas de mi prima, no tenían ropa; a mi amigo se le ocurrió probar a tirarle de uno de los brazos, se le soltó un brazo, y detrás una goma elástica.
Todos cogimos dos o tres y empezamos a romperlas y a hacer bromas con las muñecas. Recuerdo que hicimos una pirámide con piernas, brazos, cabezas y torsos; también recuerdo que yo arranqué una cabeza y la puse en una pierna que sobresalía de la pirámide.
De repente, entra mi hermana, suelta una pequeña carcajada y luego sale de la caseta. Después no fueron tantas risas las que aparecieron; mi hermana se puso a llorar, y los adultos nos obligaron a reconstruirlas, era imposible, habíamos roto las gomas que sujetaban las partes del cuerpo.
-Ni siquiera son tuyas estas muñecas, son de Raquel – dijo mi primo tratando de librarse del castigo.
Al final, no pudimos reconstruir ninguna.
ELBA FERNÁNDEZ SALGUEIRO, 1ºA


UNA TRAVESURA
Un día, cuando yo tenía siete años,mis padres,mi hermano y yo fuimos a Piedras Blancas a comer con unos amigos.Cuando mi hermano y yo acabamos de comer,los adultos seguían comiendo. Mientras tanto, estuvimos jugando en una plaza al pilla pilla.
Cuando acabaron de comer, nos metieron en el coche mientras se despedían. A mi hermano y a mí se nos ocurrió meternos en el asiento del conductor y en el asiento del copiloto. Aunque los dos queríamos meternos en el asiento del conductor, después de discutirlo decidimos que fuera yo la que se sentase en el asiento del conductor y Arturo en el del copiloto.Sin que mis padres se diesen cuenta,yo me metí en el asiento que habíamos decidido. Los dos empezamos a tocar botones y palancas. Mi hermano tocó la palanca del freno de mano y yo me apoyé en el claxon. Mis padres al oírlo se llevaron un susto y fueron a ver lo que pasaba. Al llegar al coche vieron que era yo la que había tocado el claxon. Después me regañaron entre risas y nos dijeron que si hubiéramos cogido la llave y la hubiéramos girado,habríamos arrancado el coche.
Como a mis padres les hizo mucha gracia,nos hicieron una foto por turnos en el asiento del conductor, y luego nos sentamos en nuestro sitio.
CLAUDIA BLANCO ALCÁNTARA, 1ºA
                                                                    

Una travesura


La verdad es que no he hecho muchas travesuras y, cuando las hacía, eran muy gordas.
Bueno, voy a empezar:
Esta travesura ocurrió hace dos años, más o menos. Estaba con una amiga, paseando por una senda, cuando, de repente, pasamos por una casa abandonada.
- ¡ Vamos a tirarle piedras! – decía mi amiga.
Y, no sé por qué, pero le hice caso.
Pues, resulta que la casa que creíamos abandonada tenía un habitante. ¡ Vaya gritos que pegó!
Consejo: escoger mejor las amistades.
Otra pasó cuando íbamos al cine, que tiramos una cartelera. Lo peor fue que le eché la culpa a mi amigo y le castigaron durante dos meses.
LUCÍA ÁLVAREZ MÉNDEZ, 1ºC

MI INFANCIA
Mi infancia empezó en el colegio Quirinal con 3 años, recuerdo que el primer día no quería ir y lloraba. Cuando fue pasando el tiempo, me iba acostumbrando al colegio, ya me gustaba más gracias a mis compañeros y a nuestra profesora María. Me acuerdo de una cosa que era que, cuando iba al colegio y me vestía, solo me gustaba llevar chándal y lloraba si no lo llevaba.
Cuando pasé a Primaria, me acuerdo de que en el patio siempre estaba jugando a fútbol. Una costumbre que teníamos unos amigos y yo era quedar después de salir del colegio a jugar a fútbol y a jugar a otros juegos. También me acuerdo de que siempre la liaba o me pegaba con compañeros y casi siempre estaba castigado.
MIGUEL FERNÁNDEZ HEVIA, 1ºC

Mis primeros años en la escuela
Yo el primer día de colegio iba muy contento a la vez que asustado,porque era todo nuevo y yo solo tenía tres años. Allí hice amistad con 4 amigos, algunos me caían mal y otros bien.
Me gustaba mucho jugar con los juguetes y pintar con las manos. En los recreos iba con mis amigos a jugar a fútbol. Luego otros niños pegaban a otros sin razón.
La profesora se llamaba Ana Laura. Era muy buena y maja.Siempre nos trataba bien y no nos castigaba. No me gustaba mucho ir a clase, porque tenía que madrugar, y eso lo llevaba fatal.
Un año después pasé a segundo de Infantil con buenas notas. Nos tocó una profesora que no nos gustaba nada porque nos gritaba y nos castigaba mucho. Lo bueno de segundo de Infantil es que ya podíamos ir de excursión.
SERGIO RIESTRA SUÁREZ, 1ºC

MI TRAVESURA


Cuando era pequeña, quería cortarme el pelo y ponerme flequillo, pero mi madre no me dejaba. Un día estaba viendo una peli y la protagonista tenía el pelo como yo quería, entonces cogí las tijeras y me corté el pelo corto y con flequillo. Cuando me vio mi madre, me llevó a la peluquería a que me lo cortaran y me lo arreglaran, pero como ya tenía  el pelo corto y con flequillo me salí con la mía.
Otra travesura
Un día de octubre, mi hermano y yo queríamos poner el árbol y decorar la casa de navidad, pero mi madre no nos dejó porque era muy pronto.
Más tarde, mi  hermano y yo esperábamos a que se durmiese mi madre, y cuando estaba durmiendo en el sofá mi hermano y yo subimos al desván y cogimos todos los adornos de Navidad. Lo colocamos todo, pero he de decir que el árbol nos quedó un poco torcido. Como queríamos darle un toque más navideño a la casa, le pintamos la cara a mi madre. Fue muy divertido, pero cuando se despertó mi madre…
No fue tan  divertido, lo recogimos todo y mi madre fue a quitarse la pintura al  baño.
CLAUDIA GÚTIEZ PRIETO, 1ºC


Mis Travesuras
Yo, desde siempre he sido un poco tirando para bastante travieso. Me acuerdo de muchas de mis travesuras, algunas muy divertidas, otras no tanto pero os voy a contar dos de ellas. Era un día como otro cualquiera cuando estaba en mi pueblo con un amigo jugando a fútbol y haciendo trucos con el balón, cuando de repente en un escorpión mal controlado se me escapó el balón a casa de un vecino. No nos habíamos percatado de que el vecino estaba en el patio de arriba, entonces a mí se me ocurrió la genial idea de fingir que me daba un ataque de asma frente al vecino para que no se escuchara la puerta abrirse y cerrarse y por fin, cuando mi amigo salió y tenía la garganta irritada, nos fuimos corriendo. Un día estaba mi madre tan tranquila estudiando y a mi no se me ocurrió otra cosa que ponerme a ver una película y, como mi madre no me dejaba, me enfadé y me fui a la habitación. Entonces me preparé para el segundo asalto y, como me volvió a decir que no, tiré el reproductor del DVD y se rompió.

ADRIÁN VIDALES, 1ºC


Mis Primeros Años en el Colegio

Recuerdo vagamente mi primer día de colegio, pero sé que tenía muchísimas ganas de empezar y ansiaba conocer a mis nuevos compañeros que posteriormente me acompañarían el resto de mi vida.

De los primeros años me acuerdo mucho de mi profesora de parvulario, Eva, siempre fue muy amable con todos nosotros y nos enseñó mucho. Me acuerdo de muchas de las excursiones que hacíamos con el colegio: cuando fuimos al aeropuerto, al acuario, a la policía…

Me ha quedado en la memoria una anécdota de cuando tenía cinco años: era mi cumpleaños y mi madre había hecho una tarta de lacasitos, aunque estaba prohibido llevar tartas, pero las profes la probaron y, como estaba tan rica, dejaron que se la diese a la clase.

Fueron años muy felices de los que por desgracia no tengo grandes recuerdos .

JUAN CADENAS GONZÁLEZ, 1ºC

MIS PRIMEROS AÑOS EN EL COLEGIO


Desde que era pequeña, fui al Colegio de El Quirinal. En clase nos lo pasábamos muy bien dibujando y divirtiéndonos con la plastilina, pero donde mejor lo pasábamos era a la hora del recreo.
En el patio había una caja con juguetes para jugar, pero a veces también jugábamos en clase con una cocinita y otros juguetes. A mí me gustaba mucho pasear un carrito de la compra por toda la clase. Nuestra profe se llamaba Marta y era muy cariñosa con todos. Mis compañeros de Infantil eran los mismos que tuve hasta sexto de Primaria.
En esos primeros años, fuimos a varias excursiones, entre ellas a la granja escuela y a un supermercado, y lo pasamos muy bien.

MARTA NAVARRO GÓMEZ, 1ºC

Mi Travesura


Todo empezó cuando tenía 6 años. Un día cualquiera por la mañana, me dieron de desayunar galletas maría, yo las odiaba y se me ocurrió tirarlo encima del armario de mi cocina. Me lo pensé mucho y al final lo tiré. Y no fue esa vez sola, lancé muchísimas cosas más, como tostadas, bocadillos, embutido… y también espaguetis.
Era la primera vez que tiraba algo que no era sólido. Se me escurrió un poco a la hora de lanzarlo, y manché el techo. Yo me asusté mucho, pero en ese momento lo único que me preocupaba era cómo limpiarlo, solo se me ocurría limpiarlo con la fregona, pero mi padre estaba en casa y fui a verlo. Me quedé un rato con él sentado en el sofá hasta que se durmió.
Yo salí corriendo a limpiar el techo y lo pude limpiar, y yo seguía tirando comida, hasta que limpiaron el mueble de la cocina  y me cayó una bronca grandísima y no lo volví a hacer.
GONZALO SANTOS GARCÍA, 1ºC




MIS TRAVESURAS
Mis travesuras han sido múltiples. Pese a que soy un niño educado, también he hecho muchas travesuras como todo el mundo; como pegar a muchos niños, romper las llaves de la luz con puñetazos, pintar las paredes con colores... Voy a nombrar algunas de las que he dicho:

 Pegar a muchos niños
Sobre mis 3 o 4 años, me creía el jefe, pegando a todo el mundo. Si alguien no me hacía caso, se atendría a las consecuencias. Los más grandes no me tocaban, ni siquiera se acercaban, y las niñas me tenían que dar masajes. En fin, era el jefe. 

 Pintar paredes de colores
Sobre la misma edad de creerme el jefe, nació mi nueva obsesión: ``paredes de colores´´, o así lo decía yo. Los pasos eran: coger un plastidecor, buscar el sitio ideal y empezar a pintar (calles, colegios o mi portal de casa). Como tenía pocos años, el arte de pintar no era muy bueno. Me gustaba cualquier cosa. 

 Romper las llaves de la luz con puñetazos
No hay mucho que contar. Cuando mis padres me castigaban, siempre tenía la brillante idea de dar a las llaves de la luz, por lo tanto las tuvieron que cambiar. 

LUCAS GARCÍA GONZÁLEZ, 1ºC

jueves, 9 de noviembre de 2017

A vueltas con las variedades de la lengua

Iniciamos el curso con energías renovadas y la ilusión que transmite el alumnado de 1º de ESO por crear sus propios textos y plasmar en imágenes la prueba de que han comprendido que los hablantes tenemos distintas formas de hablar dependiendo del lugar de procedencia, la situación comunicativa y el nivel de instrucción. Veamos ejemplos de los dos primeros factores que influyen en el uso de una u otra variedad:












miércoles, 5 de julio de 2017

Dramatizaciones de fin de curso

Como todos los años, despedimos el curso en 1º de ESO con unas sencillas dramatizaciones de una selección de escenas de la obra de teatro Manzanas rojas de Luis Matilla. Para su preparación, el alumnado sólo dispuso de una semana, por lo que le perdonamos cualquier error que haya podido haber y valoramos su puesta en escena aún más, sabiendo que se han esforzado por aprender su papel en tan breve espacio de tiempo:



ESCENA IV
Lucía, Nayara, Ángela y Paula



ESCENA IX
Iván y Nel



ESCENA X
Pelayo y María



ESCENA XI
Moisés, Mario y Jorge



ESCENA XII
Alba, Alicia e Íker (voz del locutor)



ESCENA XIV 
1º ESO C
Alejandro e Íker


ESCENA XV
1ºESO C
Alejandro e Íker


ESCENA XIV
1º ESO AB
Rubén y Lucas


ESCENA XV 
1º ESO AB
Rubén y Lucas

jueves, 29 de junio de 2017

Homenajeamos a Gloria Fuertes en el aula

Exponemos aquí los caligramas realizados por alumnado de 1º de ESO de poemas de Gloria Fuertes que, además de dibujados, fueron recitados en clase, en recuerdo de esta gran poeta que hoy sería centenaria. Esto es lo que sus versos les han sugerido, seguro que a ella le habría encantado:


Alicia Currás


Pelayo Fernández Coalla


Deva Gómez



Lucía Fernández



Ana Suárez



Laura Tapiador


Jorge Blanco


Moisés Ourens


Mario Suárez



Valeria Cueto


Erika Corbelle



Íker Corujedo



Marcos González



Nayara González



Alba Lara



María Rodríguez



Alejandro de las Heras


Paula Fresco



Íker Maté



Pelayo Pérez 



Víctor Rodríguez

viernes, 10 de marzo de 2017

Aquellos maravillosos cuentos (2)



http://cultura.elpais.com/cultura/2016/08/14/actualidad/1471199524_525856.html



Cerdi metal

                Había una vez tres cerditos a los que les encantaba el rock y que se aprovechaban de todo el mundo. Ellos tocaban el bajo, la guitarra y la batería, pero les faltaba un cantante. Entonces empezaron a hacer entrevistas para encontrar un cantante, pero no encontraron a nadie.

Ellos querían voces potentes, pero solo encontraban voces débiles y desafinadas. Un día oyeron al lobo gritar con mucha fuerza y pensaron que su voz podía valer para el grupo. Acordaron:

            -Podemos decirle que tiene que derribar nuestras tres casas a soplidos, para ver si tiene fuerza.

            -¡Gran idea!

            -Y si vemos que no puede con alguna casa nos metemos dentro y vemos cómo se desespera para entrar para saber su nota.

            -Va a ser muy gracioso.

            El lobo derribó la casa de paja y la de madera, pero no pudo con la de ladrillo. Intentó entrar hasta por la chimenea, pero los cerdos le habían dejado un caldero hirviendo y se quemó.

            Al final el lobo se quedó sin entrar en el grupo y con el cuerpo quemado.

PELAYO PÉREZ CUETO, 1ºA



PINOCHO

Érase una vez un niño llamado Pedro. Pedro tenía 11 años y su sueño era ser profesor de instituto.  Le encantaba estudiar y hacer los ejercicios planteados en el aula.

Su familia era una familia corriente de clase media, ni pobres ni ricos. En unas de sus navidades Pedro pidió un viaje a Marruecos. Y su sueño se cumplió. Llego el día más esperado para Pedro de toda su vida, las navidades.

Pero no se dio cuenta de que esas navidades no volverían nunca. Lo que pasaría  seria un trágico  accidente automovilístico.

En su salida el padre no se daría cuenta de que tenían una rueda muy gastada. Cuando ya iban por la mitad del camino se daría el fatídico accidente. Sus padres saldrían bien pero el niño fallecería en aquel acto.

Los padres, llenos de desesperación, llamaron a un carpintero que les hiciera un muñeco de madera para compensar su gran dolor pero al final lo devolverían por el dolor que les causaba vera ese muñeco.

Ese muñeco se lo quedaría el carpintero pero ese mismo sedaría cuenta que se muñeco de nombre Pinocho sería lo más bonito que se habría encontrado hasta que se dio cuenta de que en realidad era un ladrón que se aprovechaba de los sentimientos que provocaba.

ÍKER MATÉ ARGÜELLES, 1ºB


LA MADRASTRA ROBAPAPELES


Había una vez una chica llamada Cenicienta, que vivía en una ciudad llamada New York, en una mansión, con su madrastra llamada Sol. Cenicienta es una chica muy perversa y que nunca deja de hacer cosas para fastidiar a las personas de su alrededor, y su madrastra Sol, sin embargo, es muy amable con toda la gente que conoce.
Un día Cenicienta recibió una invitación para el baile Real, donde un príncipe la esperaría para bailar con ella. Para el día siguiente, es decir, el día del baile Real, su madrastra que es tan buena con ella, ya había encargado un carruaje a uno de sus amigos para llevarla. Al llegar al baile, el príncipe las vio venir, rápidamente quedó boquiabierto y enamorado de ella; su vestido, su pelo y sus bonitos ojos… Se acercó para invitarla pero, para asombro de Cenicienta, no era con ella con quien quería bailar, ¡¡sino con su madrastra!!
Cenicienta se enfadó tanto con ella que jamás le volvió a dirigir la palabra. Se encerró en su casa y nunca más salió.
Jaime Muñiz Fernández 1ºD

LA PRINCESA TRAICIONERA
Había una vez un monstruo que vivía en una montaña al lado de un pueblo. En el pueblo le llaman La Bestia. En el pueblo había un pequeño castillo que vivía una princesa. A la Bestia le gustaba la princesa, pero le daba miedo bajar al pueblo porque están los militares y le podían matar. Como era un amor verdadero bajó al pueblo a escondidas y cuando llegó al castillo miró por la ventana y vio a la princesa besarse con un príncipe y la Bestia se enfadó y entró en el castillo, mató al príncipe y luego le pidió matrimonio y la princesa se fue a pensarlo. Cuando volvió la princesa le dijo a la Bestia que lo sentía. Luego, la Bestia miró para atrás y estaban los militares apuntando para él. La Bestia se movió y los militares dispararon y le mataron.        
   Nicolás Peña González.  1ºD


DULCES SUEÑOS

Había una vez una princesa muy sana que hacía deporte todos los días y solo bebía agua, solamente agua, ni fanta, ni cocacola, ni cerveza... Un día bebió accidentalmente un trago de café y le encantó. Le gustó tanto que solamente en un día se había bebido nada más y nada menos que treinta tazas. Como no, el café tiene cafeína. Llegó la noche, la cafeína estaba haciendo efecto y la princesa se alteró muchísimo. Empezó a correr por las paredes, a saltar de cama en cama, balancearse por las lámparas... El padre es decir el rey se empezó a asustar. Él y la reina fueron al hospital a por un médico, pero nadie quería atenderles ya que el rey tenía fama de ser un egoísta. Al final consiguieron a uno, pero cuando llegaron al castillo no estaba. Estaba en un bosque lejos de allí y dormida. Por el bosque caminaba un campesino, la llevó a su casa y la dejó en la cama.  La princesa no se despertaba, por suerte el campesino se había leído “La Bella Durmiente”. Le fue a dar un beso como en el cuento, el campesino no tenía mucho dinero, además era feo y olía muy mal. La princesa al olerlo se despertó de inmediato y se fue de aquella casa. Estaba muerta de hambre y en mitad del bosque había una casa de jengibre. Al verla salió corriendo para pegarle un mordisco, de pronto salió de ella una bruja que le dijo: ¡Este no es tu cuento! La princesa huyó. Volvió al castillo, se casó con un príncipe muy rico. Con el dinero del príncipe se creó su propia marca de café: Dulces Sueños. Un café que no lleva cafeína sino todo lo contrario, una sustancia que  te deja en un sueño profundo, de hay el nombre de la marca.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.      
                                                                                               
    Fernando Martín Alonso  1º D  


               El lobo empresario
Los tres cerditos llegaban a la ciudad por trabajo y decidieron alojarse en un famoso hotel de cuatro estrellas. Pero algo que nadie sabía era que los cerditos con apariencia adorable solo podían alimentarse base de humanos y café. Así que empezaron a matar gente y beber café a cantidades abominables e inimaginables. El lobo iba a quitarles la empresa pero cuando ve raros movimientos en ellos, así que decide espiarlos no ve nada de extraño en ellos hasta que los encuentra devorando a un señor de mediana edad. El lobo presa del pánico quedó inmóvil y cuando reaccionó los cerditos lo estaban acorralando más y más. El lobo se defendió y mató a los tres cerditos a uno de ellos lo tiró fuertemente al suelo y se murió por el golpe, segundo hizo un  mal movimiento y se rompió el cuello y el tercero murió por un desgarro en el pulmón por una costilla rota. El lobo cogió los papeles de la empresa y cuando se dirigía hacia las escaleras se tropezó con el bastón, se lo clavó en la garganta. El lobo murió desangrado.
                                                                      
Sandra García García, 1ºD       


  Los cerditos traviesos

Había una vez tres cerditos que eran muy traviesos. Un día llegó un lobo muy simpático y le preguntó a los cerditos:

-Hola cerditos, ¿queréis jugar conmigo?

-Vale, lobo.

-¿A qué jugamos?

En ese momento los cerditos se marcharon un poco lejos y planearon un plan. Cuando los tres cerditos volvieron con el lobo le dijeron:

-Lobo, pasa por nuestras casitas. Te daremos de comer, un masaje y un baño eterno.

A la hora de comer pasó por la casa del primer cerdito.

-Oye, cerdito ¿Por qué tu casa es de maíz?

-Porque quiero que te la comas, para engordar un poco.

Al cabo de un rato.

-Cerdito, ya me he comido tu casa y ya peso diez kilos más.

-Pues pasa por la casa de mí hermano. Ya verás.

Cuando el lobo llego a la casa del segundo cerdito.

-Cerdito, ¿tú que me vas a hacer?

-Te voy a dar un masaje.

El cerdito cogió agujas y clavos. Le empezó a clavar las agujas y clavos.

-¡Cerdito!¡¡Cerdito!!¡¡Me oyes cerdito!!

-Sí, pesado.

-Me haces mucho daño.

-Pues...Vete a la casa de mi hermano.

 El lobo fue con miedo a la casa del tercer cerdito.

-Al fin llegas lobo. Métete en la olla grande y pondré la sopa, ejem digo el agua. Luego las verduras digo los jabones y acabare con la carne de lobo digo de vaca.

En ese momento llegaron los otros dos cerditos y el lobo se dio cuenta que le querían comer pero se escapó encerrando los cerditos en la casa. 
                                                                                         
 Jaime Gutiérrez Aller, 1º D     


   La asesina de enanitos

 Había una vez una chica llamada Blancanieves. Ella vivía con siete enanitos pero se llevaban muy mal y no quería seguir viviendo con ellos.

Blancanieves era muy amiga de una bruja que vivía a unos pasos de su casa y fue a hablar con ella para que le diera algo con lo que matar a los enanitos. La bruja le dio unas manzanas envenenadas.

Blancanieves regresó a su casa y les dio las manzanas a cada enanito, los enanitos confiaban en ella y se comieron las manzanas envenenadas, cayeron al suelo muertos. En la casa había una ventana abierta y justamente pasaba un soldado que vio a través de ella la escena, rápidamente entró en la casa y arrestó a Blancanieves, el soldado la llevó ante el príncipe que estaba sentado en el trono y le explicó lo sucedido. El príncipe al escuchar eso ordenó que se encerrara a Blancanieves en los calabozos y que se pudriese allí sin agua ni comida.En la jaula entraban ratas y Blancanieves se alimentó de rata cruda las primeras semanas, pero se enfermó y murió.

 Ramón Alberto Muñiz Clavero, 1ºD 


LA BRUJA Y SUS DIEZ ENANITOS


Había una vez una princesa llamada Blancanieves, ella  creía que era la más hermosa del  reino, pero se equivocaba ,era de las más feas. Sus padres no encontraban pretendientes para ella y estaban desesperados-

Un día decidieron ir a ver a la malvada bruja que casualmente era la más bella del reino. Los reyes le obligaron a  beber una pociónn para que se intercambiasen las apariencias. Como estaban tan felices celebraron una fiesta e invitaron a cinco apuestos príncipes para que se casaran con ella. Cuando se acercó el primero para saludarla se enamoraron perdidamente . Bailaron toda la noche, rieron etc….

Al día siguiente el príncipe fue al palacio donde vivía con unas bonitas flores para dárselas. La princesa salió deprisa para verle, pero cuando llegó…..el príncipe quedó horrorizado , no daba crédito a lo que veían sus ojos, se habia convertido  en la muchacha de antes .Su prometido marchó corriendo del palacio pero al girar la cabeza se dio cuenta de que la princesa le perseguía. Para  refugiarse subió a una torre donde vivía la malvada bruja con sus nueve enanitos. La bruja le dio una sabrosa manzana y al morderla se convirtió en el décimo enanito.


Blancanieves no volvió a ver nunca más a su príncipe y se quedó sola para el resto de su vida.

AIDA MEDINA



CAZADORES (HANSEL Y GRETTEL)


Había una vez dos hermanos a los que les encantaba cazar bestias, brujas…

A partir de luchar con sus armas, Hanssel con unos kunays  y Grettel con unas pistolas. Solo cazaban unos días determinados debido al día del temporal o estado de los dos hermanos. Un viernes 13 de agosto vieron por un camino oscuro un rastro de bizcochos y galletas.

Al seguir el rastro de bizcochos y galletas, descubrieron una casa donde se encontraba la bruja más malvada y terrorífica. Su casa estaba hecha de restos de animales muertos.

Vieron a un lobo comiéndose a un conejo al lado de la casa, cuando de repente al acercarse al lobo y ¡pum! Hanssel y Grettel murieron debido a un hechizo de la bruja. Y colorín colorado este cuento ha sido transformado

 Álex Galán Santalla  1ºD


El lobo asmático

Había una vez tres cerditos, a los cuales su madre les había echado de casa. El más pequeño hizo su casa de plantas y flores, el mediano de madera vieja y carcomida, y el mayor de ladrillos y vigas de metal.

Un día un lobo feroz con asma y mucha alergia encontró a los tres cerditos. Nada más verlos corrió hacia ellos. Los tres cerditos al ver al lobo corriendo hacia ellos decidieron esconderse en sus respectivas casas. El lobo se dirigió a la casa del menor. Una vez allí inspiró para coger la mayor cantidad de aire posible, pero al lobo le entró la alergia, debido a que la casa estaba construida con flores, plantas y algunas ramas, haciendo así que el lobo tirara la casa a estornudos. La casa aplastó al pequeño cerdito produciendo así su muerte. Lo mismo pasó con el menor. Aquella noche el lobo se dio un festín. Al día siguiente el lobo se dirigió a la casa del mayor. Vió que era de ladrillos así que decidió subir al tejado de la casa. Una vez allí el resbaló y se cayó de cabeza lo que produjo su muerte. El cerdito mayor apareció muerto en su casa por depresión.
  

 Simón Villabrille Meré, 1º D



El cerdito más listo del mundo

     Había una vez tres hermanos cochinillos. Decidieron que cada uno se hiciera la casa por su cuenta.

     El mayor divisó unos cuantos ladrillos y en diez minutos la hizo. Era pequeña y casi no cabía en ella. El mediano vio madera vieja y se hizo la casa. No era muy grande, la terminó en treinta minutos. El más pequeño encontró un bosque con un montón de árboles. Pensó que si encontraba un hacha podría hacer una casa muy grande. Les pidió ayuda a sus hermanos pero ellos la rechazaron. En seis horas de larga búsqueda encontró un hacha. Empezó a talar árboles con madera dura. A los tres días ya la había terminado. Era amplia y cómoda. 

      Mientras los dos hermanos no hacían nada él buscó comida y leña para hacer fuego. Vio a un lobo y se lo contó a sus hermanos, pero le ignoraron. Él reforzó la casa e hizo trampas. Al día siguiente el lobo visitó al mediano y le destruyó la casa. Corrió y se refugió en la casa del mayor, casi no cabían. El lobo los vio y también les destruyó la casa. Pidieron ayuda al hermano pequeño pero como ellos no le habían ayudado él se negó. El lobo se comió a los dos hermanos y se hizo amigo del cerdito más listo del mundo.

 Óscar Barcelona Fernández


Cenicienta y el último pensamiento
Había una vez una joven muy bella llamada Cenicienta, pero era muy desgraciada dado que no tenía piernas. Un día la madrastra llegó a casa con una invitación al baile real, sus dos hijas querían ir y que el príncipe les pidiera matrimonio, así que empezaron a preparase, en cambio la madrastra no dejaba ir a Cenicienta. La joven las envidiaba porque, además de que tenían piernas, iban a ir al baile, cosa que ella no. Entonces esta, que además de ser muy bella, era muy mala, se le ocurrió una idea muy macabra. Cogió una guadaña, le cortó las piernas a su hermanastra mayor y después se las cosió a las suyas. Se puso un vestido azul turquesa precioso y unos zapatos de cristal que le estilizaban mucho las “piernas”. Fue caminando hacia el palacio, aún no estaba acostumbrada a ser tan alta así que se mareaba y tambaleaba  por el camino. Cuando divisó el palacio a unos metros de distancia, se levantó el largo vestido y observó “sus piernas”, estaban ensangrentadas, cogió un pañuelo y se las limpió. Cuando estaban medianamente limpias, volvió a colocar el vestido en su lugar. Pasó una agradable velada en el palacio, bailó con el príncipe aunque de vez en cuanto se tropezaba porque no controlaba bien las piernas. El príncipe le pidió matrimonio, pero justo eran las 12, así que Cenicienta, sin responder,  tuvo que echarse a correr hacia la  casa, a limpiar aquella horrible y sangrienta escena. Cuando está corriendo por las escaleras del palacio, se da cuenta de que el príncipe va tras ella porque se ha enamorado. De pronto, Cenicienta tropieza y se le cae la pierna. La muchacha va todo el camino restante de vuelta medio arrastras. Días después, corre la noticia de que ha habido una matanza y mutilación de piernas en el reino y no se sabe quién es el culpable. Pero la noticia más llamativa es  que el príncipe ha muerto. Se ha suicidado porque la joven de la que estaba locamente enamorado, había huido de él y se le había caído una pierna, imagen que le atormentó hasta sus últimos pensamientos.


 Claudia Álvarez Gueimonde, 1ºD


LAS PRUEBAS DEL DEMONIO

Había una vez una familia que no tenía mucho dinero y pensaban en librarse de sus hijos y de su perro. Al final resulta que llega su abuela y ella misma se ofrece a llevarse a sus nietos y al perro a vivir con ella. Ella vive en una casa hecha de galletas de oreo y de barquillo. Los niños salieron a pasear a su perro, donde se encontraron con un duende mágico, que les dijo que si mataban a sus padres y a su abuela, les hacía ser los niños más ricos y con más poder del mundo. Ellos se sintieron muy presionados porque por un lado querían ser ricos, pero por otro lado querían mucho a su familia.  Fue uno de ellos el que pensó que deberían hacerlo,  ya que sus padres les querían abandonar. Los niños decidieron no matar a nadie, fueron a hablar con el duende para que les cambiara la ``prueba´´. El duende les hizo trabajar para él durante dos semanas. Al final sus padres murieron y vivieron siendo ricos y felices con su abuela y su queridísimo perrito.

   Ana Tárano Sánchez 1ºD


La Tragedia

        Érase una vez una chica que se llamaba Blancanieves, ella era mala, pero se hacía pasar por buena. El reino lo gobernaba una reina que hacía pociones para curar enfermedades… Blancanieves tenía una idea, que era hacer una pócima mágica para matarla y hacerse con el trono. Una tarde Blancanieves decidió ir al bosque a por las esencias necesarias. Cuando llegó a su casa, se puso a fabricar una corona de oro, la cual estaba envenenada. A la tarde siguiente se presentó en el palacio y le dijo:

        -Majestad, traigo un regalo para vos.

        -Gracias Blancanieves, esperadme ahí.

         Cuando la reina se puso la corona, cinco minutos más tarde se desmayó. Blancanieves fue a clavarle un cuchillo, pero la reina se despertó. ¡La pócima había fallado!

         Blancanieves se quedó sin casa y sin comida. Dos días más tarde murió.

  Manuel Bugallo Pérez, 1º D



UN TONTO Y UNA TONTA

Había una vez dos niños muy tontos.Un dia sus padres les mandaron ir a casa de una bruja para que los matara porque él no los quería en casa, ellos sabian el camino y entaron. La bruja les dijo si querían que les hiciese unas magdalenas a los dos pero le dijeron: ``No, ya hemos comido´´.

-Pero si nos das  un trozo de mesa…

-Cómo os voy a dar un trozo de mesa. Esto es la vida real no tonterías que dicen en la tele de que mi casa está hecha de chuches.

-Vale, entonces nos vamos.

-Gretel, yo quería un trozo de mesa.

-Nos suicidamos.

-Vale, Hanzel.

Llegó la bruja antes y los mató con un conjuro. Semanas después arrestan a la bruja por asesinato. Salió en la prensa y en el periódico. Todo el mundo la odiaba, incluso la querían ahorcarla, pero como el verdugo no tenía permiso no lo hicieron.

Galo  García Selgas, 1ºESO B



UNA TARDE DE VIDEOJUEGOS

No hace mucho tiempo, en una casita muy, muy cercana, vivían siete cabritillos con su madre.

Un día su madre se tuvo que ir a comprar al mercado y tenía que dejar a sus hijos solos.

- Tranquila mamá estaremos bien –dicen todos a coro.
- Tened mucho cuidado y no le abráis la puerta a extraños.

Y la madre se marchó dejando la puerta cerrada tras de si.

- Venga hermanos, sacad los Doritos y encended la Play Station, que vamos a jugar al Minecraft –dice uno de ellos.

Tras dos horas jugando, se dan cuenta de que alguien los vigila desde fuera.

- Por preguntar… ¿no será el lobo Manolo que viene a comernos? –dice el más pequeño de todos temblando de miedo.
- Pues ahora que lo dices es verdad, está ahí fuera ¡y se dirige hacia aquí! –grita el más mayor de todos perdiendo la calma.

Y entonces el lobo empieza a dar golpes a la puerta tan fuertes que retumba toda la casa.

- ¡Dejadme entrar, cabritillos! –dice el lobo
- ¡No!, que nos vas a comer –gritan todos.
- ¡Por favor dejadme entrar!, ¡que traigo Aquarius!
- ¡Ah!, pues entonces pasa que hay sitio para uno más –dicen todos a coro.

Y al final los cabritillos se hicieron amigos del lobo Manolo y jugaron al Minecraft toda la tarde, hasta que su madre se enteró de que habían dejado entrar a un desconocido.

 Juan  Luis Fernández García,  1ºB



LA BESTIA Y LA BELLA PERVERSA

Había una vez un  príncipe que cayó bajo la maldición de una bruja que la hace ser feo y horroroso. La bruja le obliga a matar a la princesa más bella del lugar. El príncipe nunca se había enamorado pero en el momento en que la vio se enamoro perdidamente de ella y juro que nunca la mataría. La bruja de los nervios le puso otra maldición esta consistía en ser perverso siempre que viese a la princesa y así matarla. El príncipe decía que él nunca sería perverso y menos delante de la princesa. Días después estuvo pensando y decidió que si ordenaba a la bruja que  le convirtiera en una bestia, la princesa no se acercaría a él. En cambio a la bruja le dijo que así la princesa sufriría más al morir.

A la princesa le gustaba vestir bien, y desde que era pequeña le gustaba ser mala y perversa con los demás . Un día caminando por el bosque vio una especie de monstruo que la miraba fijamente. Cogió unas tijeras y se rompió la ropa ; cogió barro y se mancho , para dar sensación de que algo la había atacado.. Corrió al pueblo y al entrar por la puerta hizo que estaba cojeando con cara de dolor y de miedo y fingió que se desmayaba. La llevaron a una camilla en una habitación blanca dentro de una casa que hacía de hospital. Un chico le preguntó muchas cosas sobre el monstruo a las que ella contesto exageradamente. La bruja que lo veía todo se enfadó y con sus poderes convirtió a la bestia en su marioneta. La llevo hasta el pueblo donde araño a la princesa. Las personas allí presentes despistaron a la bestia para salvar a la princesa. La princesa fue a su castillo cogió una espada de su padre y corrió contra la bestia. La bestia mientras tanto le contó todo. Ella se fue rápidamente a la cueva de, la bruja donde acabo con ella. El príncipe consiguió liberarse de las maldiciones.

            VIVIERON MUY  FELICES Y LUCHARON CONTRA PERDICES


Ariana Fernández González,  1ºB 



LOS CERDITOS  TRAVIESOS

Había una vez tres cerditos que un día, en el bosque, se encontraron a un lobo que les dijo que tenían dos días para construir una casa si no querían que los comiera. Los cerditos, como eran ricos, contrataron a muchísima gente para que construyeran tres mansiones. Las terminaron a tiempo. Cuando el lobo llegó se quedó asombrado al ver esas mansiones. Como no sabía cómo derrumbarlas, robó un ``Monster Truck’’ y pasó por encima de la primera mansión, pero no había nadie dentro. Sucedió lo mismo con las otras dos mansiones. Como no había nadie volvió a su casa, pero en el camino de vuelta tenía que superar un laberinto. Era porque los cerditos y sus albañiles habían creado ese laberinto alrededor de su casa. Como el lobo no sabía hacer ese laberinto se quedó allí unas tres horas. Después volvió por donde había ido y se quedó sin encontrar su casa. El lobo para vengarse secuestró a las novias de los tres cerditos y les había dejado una carta en la que ponía que si las querían volver a ver con vida que destruyeran el laberinto que rodeaba su casa antes de las doce de la noche. Los cerditos destruyeron el laberinto y el lobo les devolvió a las novias.

Gonzalo García Castro, 1º B


Los tres ladroncitos

Érase una vez tres cerditos que trabajaban en una sucursal bancaria. Eran unos ladrones.  Tenían un chalet en Marbella y un Ferrari rosa para cada uno. Eran conocidos en toda Lobolandia. Se dedicaban a robar dinero del país, eran unos corruptos y tenían tarjetas pink. Tenían cuentas en Panamá y Suiza y eran conocidos como los hermanos Barcenas.  En Lobolandia vivía un lobo con la casa de paja. El lobo era panadero y trabajaba en su casa. Como no tenia dinero para pagar la hipoteca, cada día llegaba un aviso de desahucio. Un día, todos los lobos hicieron una manifestación, pero no sirvió para nada. Los cerditos le dejaron elegir entre tirar ellos mismos la casa o que la tirara él. Así que, el lobo sopló y sopló  y su casa derrumbó.

Jorge Cimas Fernández, 1º B



BLANCANIEVES Y EL GUSANO

Había una vez una princesa llamada Blancanieves a la que le gustaba mucho bailar. Un día, en una fiesta en la que estaba bailando Blancanieves, apareció una ancianita que ofrecía una manzana. Como Blancanieves tenía hambre se dirigió hacia la ancianita. Antes de darle un bocado a  la manzana, se da cuenta de que hay un gusano. No era un gusano normal, era un gusano fiestero. El gusano cuando vio  a Blancanieves le pide salir. Blancanieves acepta y juntos se casan y tienen siete hijos, los siete enanitos. Al final los enanitos se hacen muy listos gracias a los conocimientos de su madre y de su padre y acaban convirtiéndose en presidentes de Estados Unidos, Rusia, Brasil, Argentina, China, Francia y España.

Daniel Fernández Fernández, 1º B


El cerdito malvado y sus hermanos 

Hace mucho tiempo en un bosque había muchos animales y entre esos animales había un lobo y tres cerditos: el pequeño, el mediano y el grande. Ellos tenían mucho miedo del lobo porque sus padres les dijeron que se comía todo. Se comío a Dar Vader, a Rayo Maqüen y lo peor de todo a los cerditos. A Dar Vader porque lo odiaba, a Rayo Maqüen porque siempre gana y a los cerditos porque tiene hambre. Entonces los cerditos muertos de miedo se pusieron a construir casas de metal y aluminio, pero el cerdito grande que se creía el machote de la familia construyó la casa de paja. Un día muerto de envidia por las casas que habían hecho sus hermanos entonces decidió destruirlas y echarle la culpa al lobo. El cerdito mayor las destruyó, pero sus hermanos no se lo creyeron. Al día siguiente cerdito pequeño fue con su hermano cerdito mediano a ver al sherif para que arrestasen a su hermano cerdito grande. Y así fue, fueron a la casa de cerdito mayor para llevarlo a la cárcel y que se quedase allí 20 años. Cuando sus hermanos lo vieron metido en la celda le sacaron el corte de manga y le llamaron de todo.

Guillermo Barcia Moreno, 1º ESO B



LOS 7 CACHORROS DE LOBO

Había una madre loba que dejó a sus hijos en casa.

-Si salís a cazar, ir a por los cabritillos para poder cenar.- les dijo.

Cuando ella se fue los cachorros se fueron a cazar. Por el camino vieron a un perro.

-¿Por qué estáis solos siendo tan pequeños?-les preguntó.

-Nuesta madre no está y tenemos que buscar la cena-respondieron.

El perro cogió a un cachorro, se lo llevó a casa y nadie lo volvió a ver.

Los cachorros continuaron tristes su cacería .Llegaron a la carretera y vieron un coche. Le intentaron preguntar dónde estaba el pueblo. El coche arrancó, aceleró y atropelló a dos cachorros, uno con cada rueda delantera. Los cachorros siguieron su caza tristes y deprimidos. Vieron un rebaño con los corderos alejados. Atacaron a tres corderitos pero el pastor mató a dos cachorros e hirió  a uno. El herido fue a atacar al pastor mientras recargaba pero lo mató con la culata de la escopeta. El cachorro que quedó, marchó por donde había venido, evitó los coches, el perro y entró a su casa. Se durmió en el suelo, pero su madre le despertó poco después y le preguntó dónde estaban los demás y él le contó la historia.

La madre se sintió culpable y se fue tiró por un barranco de trescientos metros.

El cachorro se fue de casa y se encontró al perro que había cogido a su hermano. El perro lo cogió y lo metió en la caseta, donde se encontró a su hermano.

Hicieron una fiesta y se quedaron a vivir con el perro para el resto de su vida.

   Andrés Tuñón Requejo 1º ESO B


LA VENGANZA DE LOBO

Érase una vez  una madre cerdo que tenía tres cerditos. El más grande tonto, se llamaba cerdito 1; el mediano y más listo de los tres, se llamaba cerdito 2; y por último, el más pequeño, que se llamaba cerdito 3. Cuándo papá cerdo se fue a la guerra, la mamá cerdo encontró un lobezno abandonado en el bosque y lo acogió. Desde entonces se llama Lobo.

Como Lobo era adoptado, los tres cerditos le maltrataban haciéndole limpiar sus ropas sucias y sus habitaciones y le llamaban Ceniciento. Cuando se hicieron mayores, Lobo fue el primero en abandonar a su familia y construirse su propia casa, pero los 3 cerditos se llenaron de envidia y el cerdito 1 decidió ir a ver la nueva casa de paja de Lobo. Cuando llegó a ella, sopló y sopló y la casa derrumbó. Más tarde, llegó Lobo y la vio así.  Como pensó que había sido el viento, se construyó una de madera y se fue a cazar. Entonces el cerdito 2 fue a ver la reciente casa y cuando llegó la prendió en llamas y se fue corriendo. En ese momento, Lobo llegó y vio la casa hecha trizas, pero descubrió que habían sido sus hermanos porque vio huellas de cerdo.

 A los días, tenía una casa de ladrillos y cuando se fue a por más pintura, el cerdito 3 aprovechó para utilizar su bola demoledora. Y más tarde, llegó Lobo; que cuando vio la casa, cogió su móvil y se fue a ver a su madre. Al final, le enseñó las fotos de los cerditos destruyendo sus casas y la madre castigó a los tres créditos construyendo una mansión para Lobo y viviendo en la calle.

 P.D. de Lobo:   Cuando fingí que me iba a otros sitios como a cazar, solo me      escondía entre los arbustos para hacerles fotos y tener prueba. Esto lo hice de venganza por hacerme una foto durmiendo y enseñarla por ahí.
                                                                       
 Eva Villaverde Gómez,  1ºB



PINOCHO DICE LA VERDAD

Érase una vez una marioneta llamada Pinocho que cobró vida. Mientras iba por la calle se encontró con un par de niños que empezaron a pegarle, a insultarle… Cuando pararon, uno de ellos le tocó el hombro y se fue; ese golpecito dejó una sensación rara en Pinocho durante el resto del día. Al despertarse al día siguiente ya se encontraba bien y fue a contarle todo lo ocurrido a su padre. Nada más empezar a describir a los niños con los que se había encontrado, Pinocho sintió que su cuerpo menguaba. Ya no aguantaba más, mientras que le contaba la verdad a su padre de lo que le había ocurrido, menguaba. Cuando se dio cuenta de lo que le pasaba se las tuvo que ingeniar para contarle a su padre lo que le sucedía, pero sin decir la verdad para no menguar todavía más. Tuvo que ir de farmacia en farmacia preguntando con signos cómo arreglar su problema. Agotado y desesperado se fue corriendo al bosque. Allí se encontró con una mujer hermosa que le tendió una botella de agua. Pinocho tenía tanta sed que se la acabó enterita, volvió a sentir esa sensación tan rara y sintió cómo su cuerpo en vez de menguar se estiraba. Todo había vuelto a la normalidad. Fue a darle las gracias a la mujer, pero esta había desaparecido.

Paula García Fuentes, 1º B


Los ojos de carbón

Había una vez, dos hermanos, Pelayo (el mayor), y Carlos (el pequeño); vivían con sus padres en una casita de chocolate.

Un día, estos se fueron dejando a los hijos solos. El hermano menor, fue a abrir la nevera para comer algo. Y al ver que estaba vacía, buscó en los armarios…pero no encontró nada. Al cabo de dos días, los dos niños no podían aguantar más el hambre y se comieron la casa entera. Tal fue la indigestión que enfermaron. Carlos no pudo resistir la enfermedad y murió.

Cuando pasaron dos semanas, Pelayo no tuvo otra alternativa que comerse a su hermano fallecido. Primero empezó por la pierna izquierda, a los dos días se comió la derecha. Y así fue comiéndose poco a poco su pequeño y delgado cuerpecillo. Lo único que dejó fueron sus ojos, sus preciosos ojos, negros como el carbón.

Laura Patón