miércoles, 21 de enero de 2015

MI PRIMER DÍA DE ESCUELA
     
      No recuerdo muy bien cómo fue mi primer día de escuela, pero hay algunos momentos que se han quedado grabados en mi memoria.
         Era la mañana del 12 de septiembre y yo tenía 3 años. Me levanté temprano. Me sentía nerviosa pero al mismo tiempo emocionada y contenta. Después, desayuné  y luego mi madre me ayudó a vestirme. Cuando ya estaba preparada, salí de casa acompañada por mi madre. Finalmente llegué al Colegio Sabugo, un pequeño edificio de color azul donde mi profesora me estaba esperando.
         Ella se llamaba María y era una señora encantadora de pelo corto y ojos oscuros. En el hall, me reuní con los demás niños y niñas de mi edad.
         Más tarde, llegó el momento de despedirse de nuestros padres. Yo fui corriendo hacia mi madre, le di un beso en la mejilla, le dije adiós con la mano, y se marchó. En cambio, otros niños no paraban de llorar ya que no querían separarse de sus padres. Luego, cuando todos se calmaron, entramos en el aula.
         Era una clase con paredes de color amarillo, con un montón de mesas y sillas de color verde y lo que más me gustaba: los juguetes. Había una casita de plástico, en la que jugábamos a “papás y a mamás”. Después, nos presentamos. Allí conocí a  mi mejor amiga, Inés.
         A lo largo de la mañana estuvimos aprendiendo muchas cosas sobre la clase y el colegio.
         A las 10:45 acabó la clase y mi madre ya me estaba esperando fuera, así que salí corriendo hacia ella y le conté todo lo que te estoy contando a ti ahora mismo.
         Para mí, fue un día muy especial porque conocí a muchísimos niños y niñas nuevos.
         Y así es como recuerdo yo mi primer día de escuela.

Sara Aragón Rodríguez 1ºD


MI ESCAPARATE PREFERIDO

   Bueno , yo, en realidad tengo tres escaparates favoritos . En la calle de la casa de mi abuela había una tienda de novias, tenia yo entonces , seis años cuando descubrí un vestido precioso. Me imaginaba caminando hacia el altar y todos mirándome , pensando en lo guapa que estaría . Me quedaba pegada al cristal del escaparate mirándolo con mucha admiración . Todos los días que iba a casa de mi abuela , me paraba a verlo .  La señora ya me conocía y siempre que iba, me sonreía ,hasta que un buen día , la tienda cerró , llevándose con ella el vestido que tanto me gustaba . Yo me puse muy triste , pero en mi calle, abrieron otra y, de nuevo me puse muy contenta.
  Mi otro escaparate estaba en una tienda de golosinas . Me gustaba tanto aquella tienda por el payaso que había en ella. Tenía un ombligo muy suave y siempre que pasaba por allí , iba a tocárselo . A mi madre no le gustaba que fuera a tocárselo , entonces , me decía que iba a salir un `` monstruo´´ enorme y me iba a comer , pero yo como era muy lista, no me lo creí. Hoy en día sigo teniendo ganas de tocarle el ombligo al payaso.
  Tengo un último escaparate. Este estaba en ``Carrefour´´. Era una tienda de animales que me encantaba porque siempre que iba habia unos preciosos cachorros, pero uno en concreto me tenía enamorada. No era de raza como los demás , pero era mucho más guapo que sus compañeros los ``chiwawas´´.  Pasaba el tiempo y al pobre cachorrito no lo compraba nadie. 
  Un día el perrito desapareció , yo por curiosidad entré en la tienda y pregunté por él . El  dependiente me dijo que como nadie lo compraba lo habían sacrificado . Yo me puse muy triste y cuando llegué a casa me puse a llorar . Mi madre intentaba tranquilizarme pero no lo consiguió.
  Pasaron los años y sigo recordando aquel precioso cachorrito negro y blanco.

                                FIN

                                                    Laura Del Rosal Suárez.
  


MIS VACACIONES EN INGLATERRA

Os voy a contar mis vacaciones en Inglaterra. La última vez que fui allí fue en octubre hace dos años, cuando iba a quinto. El día que me marché fui las tres primeras horas al colegio. Todos mis amigos me fueron a despedir y fui a casa por la maleta. Mi padre nos llevó a mi madre y a mí al aeropuerto, estuvo un rato con nosotras y luego se marchó. Mientras esperábamos al avión, mi madre me compró un juguete para que no me aburriese durante el viaje.

Cuando subimos, el avión despegó muy bruscamente y yo me asusté pero luego me tranquilicé y miré por la ventana. Mi madre me compró una lata de Pepsi, chuches y cacahuetes. El vuelo tardó menos de lo que esperábamos así que tuvimos que esperar en el aeropuerto de Inglaterra un tiempo. Ese aeropuerto era enorme y para llegare a él, tuvimos que coger una especie de metro.

Al final llegaron nuestras amigas a recogernos y cogimos un té antes de marchar. Estuve en varios sitios, pero lo que mejor recuerdo fue cuando tuvimos que preparar la boda de Alice. Estábamos en casa de Kristie, preparando las gominotas y ayudando con las mini carrozas.

Por fin llegó el día de la boda. Yo estaba algo nerviosa porque no entendía casi nada, pero aun así, me hice amiga de Sophie. Después de la boda, comimos y luego llegaron las fotos. Mientras los mayores hablaban, Sophie, James, el hermano de Sophie y yo cogimos las cámaras de la boda e hicimos fotos a todos. Lo pasamos muy bien.

Cuando volví, hablé por skype con mis amigos. Fueron unas de mis mejores vacaciones.

EMMA SHORTER RODRÍGUEZ 1ºD


MI ESCAPARATE FAVORITO

  Mi escaparate favorito de toda la vida es una tienda en la que cada vez que pasaba cerca de ella intentaba ver cosas desde fuera.
           
            Esta tienda me gusta porque, cuando voy a ella, siempre está llena de cosas del Barça.


            Yo un día quería comprar un bolso del Barça porque el otro se me había roto por los años que tenía. Cuando entre la primera vez, encontré muchas cosas del Barça. Allí encontré un bolso ( del barça ) muy guapo y lo quería comprar. Mi madre, cuando vio que se me había roto el otro bolso, quiso comprármelo. Al día siguiente, antes de ir a algún partido de fútbol, pasamos por la tienda para para comprar el bolso y, aparte del bolso, mi madre me compró una pulsera del Barça. Ese día me puse muy contento.

Miguel Canto Heres    1º ESO B



MI TRAVESURA

Un día en verano estaba en Santa María del Mar con mis amigos: Alejandro , Dani , María e Iris. Marchamos todos juntos en bicicleta pero mi madre me dijo que solo fuese hasta Naveces. Pero no le hice caso y fuimos hasta Santiago del Monte .Cuando llegamos allí ,estuvimos jugando con unos niños y niñas que se llamaban : Andrea , Pablo , Jorge, Lucía y Yeray. Jugamos todos juntos un partido de fútbol. Por cierto, ganamos los chicos contra las chicas.

Me lo pasé muy bien pero me di cuenta de que se hizo de noche. Fuimos corriendo en bici mis amigos y yo hasta llegar a casa . Por el camino me pitaban los coches , porque no tenía ni luces la bici . Cuando llegué a mi casa , mis padres me echaron la bronca y me castigaron sin bici durante tres días. 

  1. Sergio Feito   1º ESO D





domingo, 18 de enero de 2015

MI MAYOR TRAVESURA

Yo soy una niña que no hace muchas travesuras, pero como persona, sí tengo alguna. Yo creo que la mayor travesura que he hecho ha sido en mi pueblo de Salamanca, Paradinas de San Juan.

Hace dos veranos, hacia la mitad de agosto, nos fuimos de vacaciones, a Paradinas de San Juan, a la casa de mis abuelos. Allí, nos bajamos del coche, delante de la casa de mis abuelos, que vinieron a recibirnos.

Esa noche cenamos y nos fuimos a la cama. Al día siguiente, como casi todos los veranos , empezamos a tramar, ya nuestro plan, entre mi hermana y yo. No nos costó demasiado pensar en la trama, ya que cuando a mi abuelo se le estropeó el microondas al meter en él una taza de metal, supimos lo que hacer. Esa noche nos moríamos de gana s de que llegase el día siguiente.

Al fin llegó, mis abuelos se levantaron y nosotros también. Mis padres se fueron con mi abuelo y mi hermano a Peñaranda de Belmonte, una ciudad cercana, mientras mi hermana y yo nos quedamos en casa con mi abuela. Cogimos su móvil y empezamos a darles  a tonos de timbre, y mi abuela, como no sabe mucho de móviles, pensó que se estaba volviendo loco. Mi hermana gritaba:”No lo puedo parar”, y mi abuela se alarmaba más y más hasta que casi le da un mareo.

Dos días después, mis padres y mi abuelo volvieron a Peñaranda del Belmonte. Esta vez jugamos con los plomos. Mi hermana encendía una luz y luego yo bajaba el plomo. También hicimos lo mismo con el plomo de la nevera; los alimentos se calentaban. Con los plomos de la lavadora igual, y como estaba puesta estropeamos la ropa…Mi abuela llamó rápido a mis padres y ellos pagaron a un electricista para que viniera. 

Cuando acabaron las vacaciones, mis abuelos se marcharon con nosotros a Avilés porque tenían miedo a quedarse allí. 

Mis padres todavía no lo saben aunque nunca lo sabrán.

Nuria Martín Fernández   1ºESO B.




MIS TRAVESURAS

         Una de las travesuras que hice, es que cuando estaba a punto de ir a la cama, en una noche de verano, mi madre, mi padre y mi hermana se fueron a la salita y yo a mi habitación. Y de repente, di un golpe muy fuerte contra mi mesita a propósito para que vinieran a mi habitación, pero antes de que vinieran me eché en el suelo haciéndome el muerto para que se asustasen. Cuando llegaron, se asustaron y empezaron a chillar. Mi madre se agachó y dijo mi nombre y, a la tercera vez que lo dijo, dije yo”:¿Qué?”. Al final, se pusieron muy enfadados, pero me abrazaron, y mi madre se echó conmigo hasta que me dormí.

         Otra travesura que hice fue que, un día que estábamos en la casa de mi abuela, me puse el mandilón de preescolar con forma de capa. Y en la puerta de la terraza, como es de cristal, hice de Supeman y la embestí. La atravesé y tuve mucha suerte porque no me pasó nada, pero, por otra parte, tuve mala suerte porque mis padres me riñeron y me prohibieron volver a ver Superman hasta tres meses después.
        Aitor Regueiro Gómez 1ºD




MIS  MEJORES VACACIONES

Mis mejores vacaciones fueron en el verano de 2014.El primer mes me fui a Tenerife, a un campamento con parte del equipo de judo y había pasado allí una semana. Fuimos a la playa, al parque acuático y repasamos un poco de judo.

En julio y agosto pasamos “todos” los días soleados en la playa con mi familia; y cuando llovía, me pasaba toda la tarde jugando a la consola o fastidiando a mi hermana.

Llegó septiembre y tenía pensado ir a pasar dos días a las piscinas de León, pero en el último momento predijeron mal tiempo. Aun así, me lo pasé muy bien. Y así fueron las mejores vacaciones de mi vida.

Pablo Fernández Artime   1º ESO D



 Parvulario

       Hoy tras llegar del instituto, le he preguntado a mi madre que si recordaba algo de mi primer día de clase, y ella me dijo que no, por lo cual voy a decir cosas de lo que me acuerde.
       El primer año de clase en primero de Infantil fui al San Fernando, yo no recuerdo con quién iba a clase; pero a veces voy por la calle y me encuentro a niños que sí se acuerdan y me preguntan que si fui al San Fernando y yo les digo que sí y ya saben quién soy.
       Al año siguiente me pasé al Quirinal, donde conocí a casi todos los amigos que actualmente sigo viendo casi a diario. Con ellos tengo muy buenos recuerdos como el viaje de estudios a Santiago de Compostela o el día de fin de curso que fuimos a comer al telepizza y luego nos bañamos en la fuente del parque. Pero el recuerdo más antiguo que todavía tengo es el día de la carrera de fin de curso en tercero de Infantil.
       Lo único que recuerdo de esa carrera es que estuvo muy reñida entre mi amigo Mario y yo. Aunque conseguí llevarme la victoria. Aunque gracias a esta redacción siempre recordaré todo lo que os he contado.

Óscar Somoano Burgos   1º ESO D
       



MI TRAVESURA
           

Tengo un hermano mellizo con el que jugaba siempre. Cuando teníamos 2 años, nuestro programa favorito era Caillou, Lo veíamos a todas horas.
Un día Sergio y yo nos “peleamos” por el mando de la televisión, tirando de él. Se abrió la tapa y se cayeron las pilas, rodaron y se quedaron detrás del armario. Continuamos viendo la televisión, como si no hubiera pasado nada y llegaron nuestros padres para salir a dar un paseo.
Cuando vieron el mando sin las pilas, se asustaron muchísimo: pensaron que nos las habíamos tragado. Empezaron a buscar por toda la habitación, revisaron con todo detalle cada rincón, pero no dio ningún resultado. ¡Dejaron la habitación totalmente desordenada! Tras tomar un pequeño descanso, retomaron la búsqueda, cada vez más asustados. Por fin, tras un gran rato, dieron con las pilas y muy aliviados por saber que estábamos perfectamente, fuimos a dar el paseo. No nos riñeron ni nos castigaron, pero nunca más nos dejaron el mando de la televisión. 

Rubén del Rey    1º ESO D


Mi esaparate favorito

De pequeño el escaparate que más me gustaba era el de un quiosco cercano a mi antiguo colegio. Todos los días al salir de la escuela con Rubén (mi hermano) y Aitor (mi mejor amigo), nos embobábamos con sus cromos, chuches y otras cosas interesantes.
Un día, al salir del colegio, en el escaparate, encontramos unos cromos que nos volvían locos. Teníamos que conseguirlos de algún modo. Para nosotros eran importantísimos. Al no tener blanca, acordamos llevarla al día siguiente. En clase estábamos muy emocionados. Pero nos pasó la clase lenta.

       Al acabar las clases, salimos a toda pastilla hacia el quiosco. Al entrar en la tienda no había ningún rastro de ellos. Salimos tristes y riéndonos. Nos dimos cuenta de que a la próxima no deberíamos que tener que sacrificar nuestra atención en clase solo por unos cromos que ni siquiera estaban allí.

Sergio del Rey   1º ESO D





MI PRIMER DÍA DE ESCUELA
Aunque casi no me acuerdo de nada, sí recuerdo que estaba muy ilusionada por empezar a la escuela. También recuerdo la suerte que tuve al conocer a mi encantadora profesora, María.
Yo realicé la enseñanza obligatoria en el colegio C.P. Sabugo. Al ser tan pequeño, en mi colegio todo el mundo se conocía, al igual que yo conocía a todos los niños de mi clase, a todos los profesores y a la mayoría de alumnos ajenos a mi curso.
Cuando llegué, lo recuerdo bien, quizás demasiado bien. Yo estaba esperando a entrar con una profesora, la mitad de la clase y, por supuesto, mis padres. Había niños jugando, llorando, riéndose; y uno en concreto vomitando. También recuerdo que había más padres, probablemente esperando a sus hijos, ¿no? De repente salieron muchos niños, la mayoría riéndose, otros corriendo a los brazos de sus padres y algunos llorando.
Recuerdo que ese día lo pasé muy bien. Y aunque no me gustaba la idea de ir todos los días, pensar en el día siguiente me parecía una buena excusa para poder volver. 
Poco a poco fui conociendo amigas, amigos, profesores, diferentes juegos, asignaturas, lo que se debía hacer y lo que no… Probablemente una de las cosas que más recuerdo es la famosa. “silla de pensar”, aunque, por suerte, no reflexioné mucho en ella. Y también recuerdo “los rincones”; si daba tiempo, jugábamos como un cuarto de hora antes de salir. Había varios rincones: construcciones y puzzles, coches, ordenadores, plastilina; y mi rincón favorito: “la casita”,donde jugábamos con una cocinita y una casita a “mamás y papás”
 También recuerdo algún recreo, y me gustaba mucho mandar, debido a mi carácter, pero, si no lo hacía, me enfadaba a causa de mi mal genio. Aun así, dentro de lo que cabe, no era mala niña, ya que casi nunca me castigaban. Recuerdo que jugábamos al cascayo, al “pilla pilla”, al escondite y a otros diversos juegos.
         Para mí, mi primer día de escuela fue muy especial, porque ahí empezó todo. Porque ahí me di cuenta de que, gracias a él, he pasado unos años maravillosos que siempre recordaré, con todos mis amigos y amigas que son tan especiales para mí.

Sara del Vigo Suárez 1ºD



MIS MEJORES VACACIONES

Mis mejores vacaciones fueron en Castilla y León. Fuimos en dos coches diferentes: en el BMV fuimos mi padre y yo y en el otro coche fueron mi madrastra, mi hermana, una amiga de mi madrastra y su hija. Ellas marcharon dirección a León y nosotros fuimos a buscar una caja de sidra y una caja de vino. Después de recoger la sidra y el vino fuimos en dirección a León.

Ellas después de pasar el Negrón pararon en un bar; nosotros llegamos y nos tomamos yo una coca cola y mi padre un café. Ellas se marcharon y mi padre y yo cinco minutos después marchamos. A los quince minutos después las adelantamos. Cuando a nosotros nos faltaban quince minutos para llegar al camping les gastamos una broma diciéndoles que ya habíamos llegado al camping, que cuántas plazas reservábamos. Ellas nos dijeron que muy graciosos y nos colgaron. Cundo llegamos al camping, las esperamos, nos dieron la parcela y entramos. Aparcamos los coches, montamos las tiendas de campaña y comimos. 

Después de comer fuimos a dar una vuelta y por la tarde fuimos a dar un paseo por el pueblo y después volvimos al camping a cenar. Después de cenar yo me eché en la cama a bajar la cena. Después todos fuimos a dar una vuelta por el camping. Cuando volvimos fuimos para la cama. 

Al día siguiente desayunamos, preparamos unos bocadillos para comer y fuimos a las piscinas de León. Una vez allí cogimos sitio en el prado y nos bañamos. Yo en lo primero que me fijé fue en las nuevas piscinas que habían puesto en el campo de fútbol. Nos bañamos muchas veces, después de bañarnos y comer fuimos al camping, nos vestimos y fuimos a cenar al pueblo. Cuando volvimos de cenar todos estábamos muy cansados, entonces nos fuimos a la cama. 

A la mañana siguiente nos levantamos, desayunamos, recogimos las tiendas, la mesa y más trastos que había en la parcela. Después de recoger pagamos y aparcamos donde las piscinas. Antes de comer nos bañamos y a la hora de comer fuimos al restaurante que había. Comimos y nos pegamos el último chapuzón. Después recogimos las toallas y nos fuimos a Avilés.

Saendy García Madrid  1º ESO D



ESCAPARATE DE LA INFANCIA

Pues mi escaparate favorito de la infancia era una tienda de creps, aquí llamados frixuelos. Esa tienda estaba en el centro de Tarrasa, que era donde vivía yo de pequeño, y a mí como ya me conocían ya sabían lo que me tenían que hacer, era un crep de nutella y azúcar, mucho azúcar. 

Yo siempre iba los sábados con mi padre, y siempre me pedía un cacho del crep, que para él es la mitad. A veces venía mi hermano, y se pedía uno con huevo Kinder, que también estaba muy rico. 

Las chicas que nos atendían eran, Laura y Melisa. Laura era morena. Siempre que nos daba los creps, nos decía: “Adeu, guapos”. Melisa era rubia y también decía lo mismo. Después de pedirlo íbamos a un parque a tomarlo.

Nel Ibáñez   1º ESO B



Mi rincón favorito de Avilés

 Mi rincón  favorito de Avilés es el parque de  Juan XXIII porque ahí están todos mis mejores amigos: Alfonso, Roberto, Hugo, Andrés… 

Siempre que vamos a Juan XXIII y jugamos una pachanga al fútbol, estamos  una hora y media jugando; cuando nos cansamos, vamos con las chicas al parque y compramos cosas en el quiosco de Pablo, que es muy  majo y casi siempre nos da algo . 

Luego, cuando nos cansamos de estar con las chicas, vamos a por las bicis y damos una vuelta por Avilés en bici. Bueno, mi rincón favorito como ya dije es Juan XXIII.

Yonathan Menéndez   1º ESO D



Mi primer día en el colegio

  Mi primer día en el colegio fue divertido porque ya conocía a la profesora. Ese día precisamente nació mi primo.
Cuando me levanté, no estaba nervioso sino ilusionado porque empezaba una nueva “vida”. Cuando me dijeron: “Arouna Racine Kane dans la classe de Audrai”, estaba tan contento que ni siquiera me despedí de mis padres y, cuando vinieron a buscarme lloré, porque no me quería marchar ni despedirme de mi profesora ni de mis compañeros. 
Los demás días fueron iguales, pero como yo era el mayor de la clase me nombraron delegado.
                                         
Arouna Kane  1º ESO D

sábado, 3 de enero de 2015

Mi primer día de colegio

        Prácticamente no me acuerdo de nada de aquellos dulces días de mi infancia, tan solo tenía tres años. Nunca fui a una guardería, en vez de eso me cuidaba mi abuela. Ella y mi madre me acompañaron a mi primer día de colegio. Yo, como quería mucho a mi abuela, me salía constantemente de la fila para darle besos y abrazos. Cuando entré, sé que empecé a hablar con una niña que a día de hoy es una de mis mejores amigas, Emma. Ella también se acuerda muy bien de ello ya que fue ella quien me lo contó

        Cuando teníamos cuatro años, llegó a nuestras vidas una niña llamada Sonia y desde que nos conocimos no nos hemos separado. Coincidíamos en el comedor con otro niño de nuestra clase llamado Jaime, los tres nos hicimos muy amigos y jugábamos todo el día. Lo único que no nos gustaba nada era la comida asquerosa que parecía de todo menos comida.

        En segundo de Primaria tuvimos un nuevo compañero, llamado Carlos, que en un futuro se convertiría en un cantante debido a la fama de un programa llamado La Voz Kids. Su mejor amigo,Arouna, llegó un año después que él. Este era de Francia y los primeros días no le entendíamos nada debido a que hablaba otro idioma.


        Estos años sin duda fueron los mejores de mi vida, era muy feliz.

Ana Martín    1º ESO D